Los ganaderos aragoneses temen un "efecto dominó"

Aragón lleva siete meses sin vender cerdos a Rusia tras varios casos de peste en Polonia y Lituania.

El ganado porcino es un importante motor económico regional
Los ganaderos aragoneses temen un "efecto dominó"
Heraldo

La situación no es tan desesperada como en el sector del melocotón y la nectarina, pero los ganaderos aragoneses ven con preocupación los efectos que puedan tener en sus productos el veto ruso, que entra en su tercera semana.


Desde el pasado 7 de agosto, Rusia no acepta la entrada de fruta europea, pero tampoco de carnes, lácteos o pescados. Por el momento, la Unión Europea no ha anunciado ningún tipo de ayudas para los ganaderos. "Estamos analizando la situación del mercado para todos los productos incluidos en el veto ruso, pero las opciones de almacenaje disponibles para la carne y los productos lácteos hacen que sus necesidades sean menos urgentes que para las frutas y hortalizas", explica Roger Waite, portavoz de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea.


Aragón exportó el año pasado productos cárnicos a Rusia por valor de 6,5 millones de euros, de los cuales el 77% eran carne de cerdo. Sin embargo, este año casi no han podido vender nada, ya que en febrero se prohibió la venta de productos porcinos provenientes de la Unión Europea en este país aduciendo la llegada de varios cerdos con gripe porcina africana a Polonia y Lituania y desde entonces no se volvió a abrir el mercado. 


Para el cerdo, este nuevo veto "no influye en el corto plazo", explica Miguel Ángel Blanco, responsable del sector porcino de UAGA. Además, mantienen la demanda, ya que el virus de la diarrea epidémica porcina se ha extendido entre los animales de Estados Unidos y Canadá, que se han visto obligados a importar animales europeos, mientras que la UE impide que lleguen animales de esta procedencia.


El problema es a medio plazo. "El mercado tiene un efecto dominó, y si se prolonga, puede provocar la saturación del mercado", indica José Fernando Luna, portavoz de Asaja. "Es una situación muy preocupante", subraya.


La imposibilidad de vender porcino se ha dejado notar en las cuentas de exportaciones a Rusia. En los cinco primeros meses del año, Aragón vendió un 98,26% menos de carne a este país que en 2013. Sin embargo, Aragón ha vendido al exterior un 23% más de productos cárnicos en 2014 gracias a otros países donde ha aumentado la compra, como Nueva Zelanda o Angola, según los datos de las Cámaras de Comercio. Sin embargo, si los países que hasta ahora vendían a Rusia, como Alemania, ya no pueden hacerlo, podrían mirar a otros países a los que llegan los productos aragoneses.


Especial relevancia tiene por ello en la venta de vacuno. "La producción que no se lleve a Rusia puede colarse en otros mercados. Por ejemplo, a Portugal se vende carne de novillo, pero los exportadores holandeses pueden venir a Portugal", explica Luna. Por ello, les resulta "difícil" dar una cifra de las pérdidas que supone el veto, pero son suficientes para que pidan "medidas urgentes". 


Como en el caso del porcino, en este sector el problema más serio se otea todavía en el horizonte, aunque por el momento se estén manteniendo las ventas. "Georgia está en el ámbito de Rusia, pero ha aumentado la demanda", explica David Solano, representante del sector bovino de UAGA. La llegada de barcos de los países del Golfo para cargar carne española también está ayudando en estos primeros momentos. Sin embargo, "a medio plazo tendremos problemas", reconoce Solano. 


Pero en la actualidad ya hay algunos problemas causados por la medida rusa. "Hay convulsiones en el mercado, aunque solo sea por la psicosis que se ha creado. Y en los mercados en movimiento siempre hay alguien que gana, pero no son los productores", señala.