Cuatro de cada diez jóvenes estarían dispuesto a aceptar cualquier empleo

Un estudio del CJE asegura que el 30% trabaja en puestos sin necesidad de cualificación previa.

La crisis económica está provocando que la mayoría de los jóvenes normalice la tendencia cada vez mayor a una alta precariedad laboral y tolere las elevadas tasas de temporalidad en los contratos de trabajo o en las prácticas o becas que realizan, que generalmente se enlazan unas con otras. El estudio 'Calidad, Empleo joven, Becarios y Prácticas', presentado el martes por el Consejo de la Juventud de España (CJE), revela que el 43,8% de los jóvenes encuestados considera "importante" o "muy importante" aceptar un trabajo sea cual sean las condiciones laborales con el objetivo de que en el futuro puedan optar a un mejor empleo.


Así, el 30% de las personas menores de 30 años con un título universitario está desarrollando tareas laborales en un puesto de trabajo donde no se requiere conocimiento previo. "Tenemos a la juventud más formada de la historia pero se encuentran con un mercado laboral que no demanda esa formación, están sobrecualificados", lamentó Luis Campos, sociólogo y coautor del estudio. El también portavoz de la consultoría social inPactos señaló que esto supone una "pérdida de valor humano incalculable y una frustración personal enorme". El informe, que se ha realizado con 1.000 personas ocupadas de toda España de entre 16 y 29 años, explica que el 37% de los jóvenes encuestados está seguro de que en un corto o medio plazo tendrá que irse a otro país si quieren conseguir un empleo que no sea en prácticas o de carácter temporal. Por ello, el presidente del CJE, Ricardo Ibarra, criticó la actitud del Gobierno, porque "está fomentando la precariedad en el empleo juvenil" y, según él, esto es una apuesta por el crecimiento del país "nefasta". Desde su organismo, dependiente del Ministerio de Sanidad y que representa a sesenta entidades juveniles de toda España, abogan por unos contratos en prácticas que no superen los seis meses de duración y que estén remunerados para que "de verdad sean periodos formativos y no una sustitución de un puesto laboral, como ocurre la mayoría de las veces", aseguró Ibarra.


Y es que la precariedad laboral conlleva, según el estudio, que el 70% de los jóvenes menores de 30 años siga viviendo con sus padres porque con el dinero que perciben por sus contratos temporales "les es imposible independizarse", explicó Campos. Además, añadió que el 40% de ellos está seguro de que en los próximos años no encontrarán un trabajo que les permita emanciparse. Sin embargo, seis de cada diez encuestados que disponen de una beca o un contrato en prácticas ven en su situación laboral una oportunidad para el futuro, y cuatro de cada diez consideran que ocupan un puesto de trabajo.

10.000 euros anuales


Por otro lado, el informe también señala que solo el 24,4% de los jóvenes tiene un contrato indefinido a tiempo completo. Ibarra recordó que, según cifras oficiales, el salario medio de los menores de 30 años con trabajo es de 13.342 euros anuales, y la cantidad desciende hasta los 10.300 euros anuales de media si se habla de personas con menos de 24 años. Así, el presidente del CJE criticó que el 93% de los contratos nuevos del último año fueron temporales, lo que supone una situación de precariedad laboral "alarmante" para los jóvenes, que lo toleran porque "no conocen otra cosa".


El problema es, según la consejera de la oficina en España de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Judith Carreras, que "ha habido un 'boom' en toda Europa de las distintas modalidades de contratos en prácticas y becas". El riesgo es que estas becas pasen de ser una "transición" entre la universidad y el mundo laboral a conversirse en un "círculo vicioso" del que los jóvenes no pueden salir porque "encadenan unas prácticas con otras". En su opinión, los países que están apostando por ofrecer un trabajo de calidad a sus jóvenes consiguen un mayor desarrollo más adelante.