Harán falta 70 años para lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres

Bruselas advierte de que al ritmo actual costará siete décadas acabar con la brecha salarial.

Varios trabajadores en su puesto de trabajo.
Las autonomías ganan en transparencia
Heraldo

La Comisión Europea ha alertado este lunes de que los avances hacia la igualdad de género en la UE son demasiado lentos y de que al ritmo actual costará 70 años lograr la igualdad salarial entre hombres y mujeres, casi 30 años para alcanzar la meta de una tasa de empleo femenino del 75% y 20 años para lograr la paridad en los parlamentos nacionales (al menos el 40% de cada sexo).


En su informe anual sobre los progresos en materia de igualdad de género, Bruselas denuncia que la brecha salarial de género permanece estancada en un 16,4% a nivel europeo, mientras que en las pensiones se sitúa en el 39%, según los últimos datos de 2012. En el caso de España, la diferencia salarial es ligeramente superior a la media de la UE (18%), mientras que la de pensiones se sitúa en el 33%.


Los países donde la brecha salarial es más alta son Estonia (30%), Austria (23%) y Alemania (22%), mientras que en materia de pensiones las mayores diferencias entre hombres y mujeres se registran en Luxemburgo (46%) y Alemania (44%).


Aunque la tasa de empleo de las mujeres ha aumentado, aún se sitúa en el 63%, frente al 75% para los hombres, según destaca el estudio. Ello se debe principalmente a la crisis económica, que ha provocado un deterioro de la situación del empleo masculino. En España la tasa de empleo femenino se sitúa en el 53%, frente al 64% de tasa de empleo masculino.


Según el informe, las mujeres representan un promedio del 17,8% (14,8% en el caso de España) de los miembros de los consejos de administración de las empresas de mayores dimensiones que cotizan en bolsa, el 2,8% de los consejeros delegados, el 27% de los ministros de los Gobiernos (29% en España) y el 27% (40% en España) de los parlamentarios nacionales.


Además, las mujeres son aún quienes más soportan la carga de trabajo no remunerado en el hogar y la familia. Dedican una media de 26 horas semanales al cuidado de los hijos y las tareas domésticas, en comparación con las 9 horas de los hombres.