Emprendedoras aragonesas logran el éxito en la red

El Congreso Conectadas, celebrado en la Cámara de Comercio de Zaragoza, reunió a más de un centenar de mujeres empresarias para intercambiar experiencias.

Emprendedoras aragonesas logran el éxito en la red
Emprendedoras aragonesas logran el éxito en la red

En tiempos de crisis, renovarse o morir. Este es el lema de estas tres zaragozanas que han optado por reinventarse para hacerse un hueco en el mundo empresarial y lograr el éxito en sus respectivos sectores. Para María Jesús Lorente, presidenta de la Asociación Aragonesa de Mujeres Empresarias (ARAME), estas emprendedoras reúnen las cuatro claves para triunfar en un proyecto empresarial: "Una completa formación, dominio e implementación de las TICS -nuevas tecnologías-, poseer una amplia red de contactos y tener la capacidad de asumir la responsabilidad y el esfuerzo como algo cotidiano".


Son mujeres, son emprendedoras, y son de Aragón. En concreto, de Borja, de Tarazona y de Zaragoza capital. Eva Huerta (45) es dueña de la tienda on line 'Ten siempre flores'. "Fuimos pioneros en Aragón en venta directa de flores con el método de pasarela de pago, es decir, la transacción se puede hacer completa a través de la web", recuerda Huertas. La borjana proviene de una familia de cuatro generaciones de floristas que, al toparse con la crisis, optó por reinventar su negocio: "Tuvimos que buscar nuevos mercados, y más en un nicho como es el de la venta de flores"


El portal comenzó a funcionar en diciembre de 2007. "En 2008 hicimos 3 bodas y en 2013 hemos tenido 45 bodas completas y 75 encargos de ramos de novia", aseguraba Huertas. Hace unos meses decidieron cerrar la tienda física ya que más del 80% de sus ventas se realizaban por internet y se lanzaron al mercado nacional. "Ahora me ahorro muchos gastos como el alquiler, trabajo desde casa y puedo cerrar cualquier transacción a través de las redes sociales o de 'Whatsapp'", explica. 


Al igual que Eva, Ana Vicente también tomó las riendas de una empresa familiar que contaba con 70 años de experiencia en el sector de la óptica, en este caso en Tarazona. En 2010 la empresaria de 35 años se sumergió en el mundo de internet con el lanzamiento de su tienda online 'Gafasdesolymas'"Nuestro mercado se limitaba a una población de 10.000 habitantes, así que decidimos abrirnos al ámbito internacional". Y la iniciativa fue positiva, ya que tan solo en 2013 vendieron 400 pares de gafas, y llevamos 150 en lo que va de 2014", afirma Vicente.  


Cristina Lobera se decantó por el mundo de las nuevas tecnologías y fundó 'Goodday', una empresa que ofrece soluciones tecnológicas para el sector de la salud. "Conectamos dispositivos médicos de tal manera que los datos pasan directamente al historial del paciente o a un sistema informático, saltándonos el proceso manual", afirma. De esta manera, según explica la zaragozana de 31 años, el personal sanitario puede decicar un 30% más de su tiempo "a mejorar la calidad de la atención del paciente". En estos momentos tienen proyectos con España, Europa e incluso con Taiwán. 


Las tres empresarias coinciden en que el mundo del emprendedor presenta numerosas dificultades, pero también tiene sus ventajas: "Tienes flexibilidad con tus horarios", explica Huerta, "Aunque muchas veces es la propia mujer la que se pone límites a sí misma", añade. "Y es imprescindible quitarse el miedo al fracaso. No se fracasa, se intenta y se vuelve a intentar", añade Vicente. 


Sin embargo, en opinión de Lobera, "Es peligroso transmitir el mensaje de que hay que emprender porque no todo el mundo puede". A pesar de las dificultades, las tres aragonesas se sienten "satisfechas" y, cada una en su ámbito, han alcanzado el éxito que supone dedicarse a lo que te gusta y ser tu propia jefa.


La evolución de las empresarias aragonesas


Lorente asegura que en los 25 años de vida de ARAME, el perfil de la mujeres emprendedoras ha variado notablemente. "En 1989 nos encontrábamos con el rol de empresaria-cónyuge como apoyo a un empresario que finalmente acababa haciéndose cargo del proyecto muchas veces sin buscarlo", explica la presidenta. Se trataba de mujeres con menos formación específica.


Sin embargo, desde 2008 atendemos a un cambio en el perfil de estas emprendedoras: "Ahora nos encontramos con mujeres de entre 30 y 50 años, con altos niveles de formación y a las que no les da miedo salir fuera de nuestras fronteras ni adentrarse en las nuevas tecnologías".