Un nuevo abanico de reformas para apuntalar la recuperación

Rajoy anunció una reforma fiscal o una revisión de la financiación autonómica. Barroso apuntó la necesidad de reducir las diferencias entre trabajadores temporales e indefinidos.

Reunión entre Rajoy y Barroso
Reunión entre Rajoy y Barroso_3
AGENCIAS

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha renovado el compromiso reformista del Gobierno y ha anunciado que en abril presentará a Bruselas el nuevo Plan Nacional de Reformas para apuntalar la recuperación y asegurar el crecimiento futuro de la economía española.


Durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con quien se reunió en La Moncloa, el jefe del Ejecutivo afirmó que todas estas reformas tienen un objetivo fundamental: la creación de empleo. "El desempleo se está reduciendo, pero aún queda muchísimo por hacer, aunque seguimos teniendo la misma determinación, las mismas ganas y la misma ilusión para llevarlo a buen término", añadió.


Entre las reformas que acometerá en los próximos meses el Gobierno, Rajoy adelantó la necesidad de profundizar en la disciplina fiscal con la puesta en marcha de la autoridad fiscal independiente y la creación de una central de información para evitar la dispersión de las fuentes de información pública en materia presupuestaria, financiera y económica.


Igualmente, se comprometió a aprobar la reforma del sistema tributario, para hacerlo más sencillo, para garantizar la suficiencia de ingresos y para favorecer el desarrollo económico, la unidad de mercado y la neutralidad fiscal. También mejorará, según adelantó, la fiscalidad de las familias y de los discapacitados e introducirá medidas para estimular el ahorro.


El Plan Nacional de Reformas incluirá también la revisión del modelo de financiación autonómica, así como la profundización de la reforma de las administraciones públicas, y contemplará medidas para fomentar la financiación empresarial, como un nuevo marco legal para facilitar el crédito bancario y otras fuentes de financiación alternativas, para lo que se flexibilizará el régimen de las entidades de capital riesgo.


Rajoy también recordó que este año entrará en vigor la ley de desindexación de la economía española y habrá nuevas medidas para impulsar la creación de empleo, un plan estratégico para la internacionalización de la economía española y reformas sectoriales para mejorar la competitividad en dos sectores muy importantes, el energético y el mercado de transportes.


"Continuaremos con las políticas reformistas que tan buenos resultados nos han dado y para sentar las bases de crecimiento fuerte en el futuro", subrayó Rajoy, tras indicar que ahora nadie le habla de la prima de riesgo, de solicitar el rescate, de la recesión o de la falta de competitividad de la economía española.


"Todavía quedan muchas cosas por hacer, pero las cosas que han cambiado han sido por la política de reformas, que es lo que necesita España y es bueno para los españoles, a pesar de que las medidas no producen efecto en un día o un mes, sino que llevan su tiempo", reiteró.

Mercado laboral


Por su parte, Durao Barroso ha calificado de "éxito" las reformas aplicadas en España, que han devuelto la confianza en el país, aunque ha subrayado que el trabajo aún no ha terminado, particularmente en lo referido a reducir la dualidad del mercado laboral español y a la simplificación del sistema fiscal.


"La reforma laboral parace haber sido eficaz, especialmente en la flexibilidad interna de las empresas y la moderación salarial", señaló Barroso, quien destacó el auge de las exportaciones españolas fruto de una mayor competitividad.


El presidente de la Comisión apuntó la necesidad de avanzar en la reducción de las diferencias entre trabajadores temporales e indefinidos, así como en la liberalización de los servicios profesionales.


"No hablo de una nueva reforma laboral", puntualizó el político portugués, quien también quiso "animar" a las autoridades españolas a trabajar en busca de una simplificación del sistema fiscal.


En este sentido, Barroso aseguró que "el trabajo no está concluido ni en España ni en Europa" y dejó claro que las reformas no son una imposición de Bruselas, puesto que "con euro o sin euro, España habría tenido que acometerlas para ganar competitividad".