Los colegios mayores y residencias de estudiantes de Aragón están registrando un importante descenso de solicitudes para acceder a una plaza y, en algunos de los casos, sobre todo en el de los centros privados, tienen más de la mitad de las habitaciones vacías.

Si ya de por sí es un esfuerzo importante para muchas familias que sus hijos estudien en la universidad, más lo es que lo tengan que hacer fuera. Y alojarse en un piso compartido resulta más económico. Pese a que la oferta de las residencias y los colegios es muy completa, ya que además de alojamiento muchos ofrecen manutención, actividades culturales y deportivas o incluso tutorías personales, su precio medio, que puede superar los 600 euros, está bastante por encima de los 200 euros -o menos- que muchos de los universitarios aragoneses pagan por una habitación en una vivienda con otros compañeros.

"Hace cuatro años ofrecíamos 63 plazas pero hemos tenido que cerrar salas y ahora tenemos 30 estudiantes. No podemos competir con los pisos, pero tampoco podemos bajar los precios de lo que ofertamos, que es mucho: pensión completa, una oferta cultural y de formación...", explica Mario Medina, director del Colegio Mayor Miraflores, en la calle de San Vicente Mártir de Zaragoza. El centro está destinado a universitarios varones y cada habitación -son individuales- cuesta 770 euros al mes más IVA.

En una situación similar se encuentra la residencia María Reina, en la calle de San Juan Bosco. Este año tiene 80 plazas sin cubrir de las 128 de que dispone, un dato que empeora por dos el del curso anterior, cuando quedaron libres 40 plazas. "Los pisos son más baratos y los estudiantes tienen allí más libertad. Y eso que esta residencia es más económica que otras", apuntan desde el centro. Una habitación individual con pensión completa en esta residencia para mujeres sale por 600 euros al mes.

Mientas tanto, los dos grandes colegios mayores de la Universidad de Zaragoza en la capital aragonesa, el Pedro Cerbuna y el Santa Isabel, han registrado este año un importante descenso en el número de solicitudes de plaza, de entre el 20% y el 40% respectivamente. Pese a que ambos están completos, resulta bastante sintomático que este año se hayan interesado por residir en el Pedro Cerbuna 283 alumnos frente a los 332 de 2012. Una habitación con pensión completa en este centro cuesta 574 euros más IVA.

En el Santa Isabel, este curso han solicitado plaza 100 estudiantes, mientras que el año anterior lo hicieron 170. Una habitación aquí cuesta 302 más impuestos.

Por su parte, en la residencia Goya, que también gestiona la Universidad de Zaragoza, en 2013 las solicitudes han caído a la mitad. Ha habido 55 cuando el curso anterior fueron 107.

En Huesca, la residencia de las Misioneras de Ntra. Sra. del Pilar también tiene sus 70 plazas completas, pero reconocen que este año han cubierto las habitaciones más tarde que el anterior ya que las solicitudes de un año a otro fluctúan mucho. Desde la residencia explican que han notado cómo muchos estudiantes pasan allí solo un curso y se marchan a pisos cuando antes era habitual que pasaran toda la carrera viviendo en el centro. "Duran menos tiempo en la residencia", afirman.

Las solicitudes de plaza en el principal colegio mayor de Huesca, el Ramón Acín, con 125 plazas, también han caído (155 frente a las 198 del año anterior).

Por su parte, en Teruel, el fenómeno es similar en cuanto a las solicitudes pero tanto la residencia Santa Emerenciana, con 100 plazas, como el Colegio Mayor Pablo Serrano, con 217 plazas, están completos.

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