Crisis económica

Alastuey: "Si no se recupera el empleo industrial, no hay un cambio tendencia"

El secretario general de UGT-Aragón analiza los retos internos y externos del sindicato, y en alusión a las mareas señala que "no aceptamos el intento de exclusión que, a veces, se hace de las centrales sindicales".

Daniel Alastuey,  secretario general de UGT.
Daniel Alastuey, elegido nuevo secretario general de UGT-Aragón
JOSE MIGUEL MARCO

Daniel Alastuey ha analizado los retos a los que se enfrenta después de haber sido elegido, hace algo más de un mes, secretario general de UGT-Aragón. En una entrevista ha examinado la situación económica y ha recalcado que, en la Comunidad aragonesa, "hasta que no se recupere el empleo industrial no podemos decir que hay un cambio de tendencia". 


"En Aragón, básicamente, ha sido en los servicios y en la agricultura donde ha disminuido el desempleo en el último mes, pero la industria no se ha movido un ápice, y eso es preocupante en una Comunidad donde este sector siempre ha tenido mucho peso".


Por ello, ha considerado que "no se empezará a notar recuperación, o no podremos decir que hay un cambio el signo del paro hasta que veamos que se recupera el empleo industrial, mientras no pase lo demás va a ser estacionalidad".


"Siempre es mejor que el desempleo baje, pero el del mes de mayo no es un dato para tirar cohetes, es muy estacional y no marca tendencia", ha apostillado. En esta situación, Alastuey ha afirmado que los objetivos que tiene para este mandato se centran en "hacer frente a la situación económica y de empleo que atraviesa el país y modernizar el sindicato".


"Nuestra prioridad es luchar en las empresas y en la calle, contra la represión de derechos que se está produciendo. Es un momento de resistencia. Desde el punto de vista interno, estamos metidos en un proceso de reducción de estructuras, y de dedicar más esfuerzos a atender a los afiliados y a los trabajadores en sus puestos de trabajo".

Descrédito 


Alastuey ha reconocido que los sindicatos están sufriendo descrédito social, al igual que "todo lo que conformó el sistema anterior, es decir, los años de bonanza". Por lo tanto, "tenemos que redefinir nuestro papel".


"El desprestigio tiene mucho que ver con las cúpulas. Un ciudadano puede despreciar la labor de cualquier líder político, pero al alcalde de su pueblo si lo ve trabajar todos los días y sacar los problemas adelante no lo considera así. Con los sindicatos pasa lo mismo, un trabajador, a su delegado sindical no lo considera desprestigiado".


Pero el secretario general de UGT-Aragón ha especificado que los sindicatos no están perdiendo afiliados, y eso que "tenemos una legislación que no favorece la afiliación, negociamos para todos los trabajadores, estén en el sindicato o no".


"No podemos ser tan hipócritas, si alguien está haciendo un trabajo para la sociedad una de dos, o la sociedad en su conjunto lo retribuye o los sindicatos tienen que hacer la negociación para sus propios afiliados, no para el resto, o un modelo intermedio, es decir, uno puede no estar afiliado a un sindicato, pero cuando se firmaba un convenio se le cobraría una cuota".


Respecto a los movimientos sociales y 'mareas', Daniel Alastuey ha considerado que "cada uno tiene su papel". No obstante, ha recalcado que "hay mareas que camuflan intereses sindicales. Nosotros decimos que podemos convivir, pero no aceptamos el intento de exclusión que, a veces, se hace de las centrales sindicales", dado que "la calle tiene suficiente actividad como para que estemos todos, y para que juntos intentemos torcer las políticas que está practicando el Gobierno y la UE".

"Mala legislación" 


"La reforma laboral es una mala legislación. Desde el sindicato lo que queremos es que se retire, porque no tiene absolutamente ningún sentido, no ha abordado ninguno de los problemas reales de las empresas, que ahora son la falta de financiación, eso es lo que está destruyendo empleo", ha insistido el líder sindical.


La norma "tiene un efecto muy claro: 400.000 parados más y una bajada de las condiciones de trabajo de los que han permanecido activos", ha subrayado Alastuey, quien ha reiterado que el último dato del paro registrado del mes de mayo es "estacional", aunque "positivo".


Además, ha expuesto que, desde que se ha aprobado la reforma laboral, la negociación de los convenios colectivos está siendo más conflictiva, pero ha abogado porque herramienta se siga utilizando.


"Se pretende acabar con los convenios colectivos intermedios, mantener los sectoriales nacionales y los de empresa, para aquellas que tienen capacidad de negociar, es decir, las grandes". Así, "el 80% de los trabajadores, que son de pequeñas y medianas empresas, van a quedar cubiertos solamente por el convenio sectorial".


"Creo que es un problema y una equivocación por parte de los empresarios, se apoyan demasiado en un partido que les hace una reforma. Las relaciones laborales no surgieron de la legislación, sino de la autonomía de las partes. Para que una empresa funcione bien tiene que haber negociación".


Alastuey se ha referido a los trabajadores de la limpieza de los centros sanitarios del Salud, "los empresarios no quieren negociar, están esperando a la fecha de caída del convenio colectivo, el 7 de julio, y, a partir de ese momento, quedarán acogidos al convenio estatal sectorial, con lo cual, caerán sus condiciones de trabajo y están abaratando el empleo, sin que los empresarios hayan movido un dedo".


Asimismo, "la aplicación de la reforma laboral está aumentado el número de los expedientes de regulación de empleo, y, sobre todo, los que se realizan sin acuerdo, y ahora la única defensa que tienen los trabajadores es el ámbito jurídico". En este punto, ha criticado que se le haya quitado a la administración el papel de "control" que "jugaba con los ERE".

Reforma de las pensiones 


El secretario general de UGT-Aragón se ha mostrado contrario a la reforma de las pensiones que el Gobierno central ha planteado, dado que "es absolutamente innecesaria, hace seis meses que ha entrado en vigor la última que pactamos y deberíamos darle tiempo".


"Los gobernantes deben tener claro que las pensiones son justicia social y de solidaridad intergeneracional, por tanto, requieren de grandes acuerdos, para eso se creó el Pacto de Toledo". Alastuey no descarta que, de intentar aprobarse esta reforma, haya nuevas movilizaciones sindicales.


También ha apuntado que las pensiones "dependen muchísimo de la marcha de la economía. Con seis millones de parados, ni las actuales ni las que proponen son sostenibles, porque se basan en que haya suficiente fuerza de trabajo para financiar a los pensionistas".

Hacer frente a la crisis 


Para hacer frente a la crisis económica, el secretario general de UGT-Aragón ha insistido en la importancia que tiene la apuesta por la formación, por la innovación y la lucha contra el fraude fiscal, entre otras cuestiones.


"Las madres judías, cuando ven las cosas mal dadas, retiran el dinero de otras cosas y lo dedican a la formación y a la enseñanza de los hijos, preparan el futuro, y eso es algo que aquí no estamos haciendo, estamos dejando perder a una generación, y eso nos va a pasar factura. Debería haber pactos para sentar las bases del futuro".


En Aragón, ya hace un año que se ha firmado el Acuerdo Social para la Competitividad y el Empleo, con el Gobierno de Rudi y los representantes de los empresarios, pero "no está sirviendo para gran cosa".


"Los acuerdos son buenos siempre, pero, por la situación que había cuando se firmó, no llevaba partidas presupuestarias suficientes, por tanto, no está sirviendo para gran cosa".


Por último, ha incidido en el fraude fiscal, y ha matizado que "tenemos un sistema fiscal que a las empresas les permite hacer lo que les de la gana, hay que revisarlo, y hay que hacerlo ya".