Aragón

Los parados mayores de 55 años se duplican en el último año

En la Comunidad hay 15.000 desempleados de este grupo de edad, el doble que en 2012 y seis veces más que en 2007. Casi no tienen oportunidades y, en ocasiones, aceptar un empleo temporal puede significar perder el subsidio.

Un desempleado, en la ventanilla de una oficina del Inaem
El número de parados mayores de 55 años se duplica en el último año
V. L.

La tasa de paro entre los aragoneses de más de 55 años no es, ni mucho menos, de las más altas entre los diferentes grupos de edad que conviven en el mercado laboral de la Comunidad. Con un 16,87% de personas desempleadas, las estadísticas de este colectivo se encuentran por debajo de la tasa general de Aragón (22,36%) y muy lejos de la que afecta a los más jóvenes, que en el primer trimestre del año llegó a superar la barrera del 50%, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE. Sin embargo, sus particulares circunstancias les convierten en uno de los grupos más afectados por la crisis y que más dificultades encuentran para salir de su situación.


En Aragón ya hay 15.000 desempleados mayores de 55 años, el doble que hace un solo año. Una cifra que multiplica por seis la de 2007, cuando solo había 2.500 personas de este grupo de edad en el paro, y la gran mayoría de los mismos ya llevan más de un año -muchos, más de dos- sin encontrar un trabajo. Sus dificultades para reciclarse tras una vida entera en un determinado sector no ayudan a su reinserción en el mercado laboral, igual que tampoco lo hacen un alto porcentaje de personas con formación básica o sin estudios ni la reticencia de la mayoría de las empresas a contratar a personas veteranas.


“La dificultad de regresar al mercado laboral ya existía antes de la crisis, pero durante los últimos años se ha potenciado todavía más. Las vacantes son escasas y este colectivo de desempleados tiene muy pocas posibilidades de obtener un trabajo”, explica Manuel Pina, secretario de Acción Social de CC.OO. en Aragón. Una buena parte de estas personas proceden de sectores que han sufrido especialmente las consecuencias de la situación económica, como la construcción -ha dejado casi 40.000 parados en la Comunidad- o la industria. “El reciclaje de una persona de más de 55 años es muy complicado. Su experiencia profesional dificulta el aprendizaje y formación necesarios para cambiar de sector”, añade Pina.


"Muchos se quedan en paro tras numerosos años en la misma empresa. La crisis, así como su falta de práctica en la búsqueda de empleo y la desactualización de conocimientos, lastra sus oportunidades. Además, aún no existe una cultura corporativa en torno a la contratación y retención de este grupo de trabajadores”, analiza Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, que acaba de publicar un informe sobre la situación laboral de los desempleados de mayor edad.


Más trabas para los desempleados


Además de las dificultades para encontrar un empleo, los parados de mayor edad se han encontrado con otros problemas, como los cambios en los requisitos para cobrar los subsidios o las numerosas trabas que les plantea la posibilidad de encontrar un trabajo temporal. “La ayuda que cobran estas personas -426 euros al mes- llegaba hasta ahora a los mayores de 52, pero se ha aumentado la edad hasta los 55 años y se han endurecido las condiciones de acceso”, explica el secretario de Acción Sindical de CC.OO.


Además de solicitar al Gobierno medidas para fomentar la contratación de estos trabajadores, como incentivar a las empresas, los sindicatos también piden reformas en la normativa de acceso y mantenimiento de los subsidios. “Cuando son despedidos y se les acaba la prestación contributiva, pueden cobrar los 400 euros y jubilarse de forma anticipada a los 61 años, pero si aceptan un trabajo temporal pierden ambos derechos”, denuncia Pina. Por ejemplo, si un parado de más de 55 años encontrara un empleo de un mes, dejaría de percibir la ayuda y, tras acabar el contrato, debería esperar seis meses para volver a pedir el subsidio, acogiéndose a los nuevos requisitos y arriesgándose a no recibirlo.


“Hay casos de gente que está incluso rechazando este tipo de trabajos estacionales, ya que el hecho de trabajar unas semanas puede poner en riesgo su futuro”, denuncia el secretario de Acción Sindical, quien pide a la Administración que revise esta política para no lastrar todavía más la reinserción laboral de este colectivo.


Cargas familiares


La gran mayoría de estas personas, que en muchas ocasiones sobreviven con el subsidio para mayores de 55 años, que se limita a 426 euros, tienen una serie de cargas familiares que complican sobremanera su situación. “Es una edad en la que muchos tienen hijos que todavía dependen económicamente de ellos, y más tal y como está el mercado laboral para los jóvenes, y suelen encontrarse en la fase final del pago de la hipoteca”, indica Pina, quien añade una nueva dificultad para estos desempleados: “Cada vez hay más casos en los que, además de sus hijos, también deben hacerse cargo de sus padres. El hecho de sacar a las personas mayores de las residencias para cuidarlas en casa y poder hacer uso del dinero de su pensión se ha convertido en algo muy habitual”.


Aunque las dificultades son mayores para aquellas personas que ya se encuentra en el tramo final de su vida laboral, las escasas opciones de reciclarse y encontrar un trabajo también son un problema para los desempleados algo más jóvenes. Según el último informe de la Fundación Adecco, el 63,5% de los aragoneses mayores de 45 años ya son parados de larga duración. Es decir, llevan más de un año buscando trabajo sin éxito. En concreto, un 40% están en el paro desde hace más de 12 meses y un 23,5% acumulan más de dos años sin empleo.


La mayoría de los parados de larga duración son hombres ya que, según Mesonero, este problema “está más concentrado en sectores muy castigados por la crisis, como la construcción o la automoción”, frente a las áreas más dinámicas en las que tiene mayor presencia la mujer, “como los servicios o la hostelería”.