Crisis económica

El pequeño comercio acumula tres años de caídas en Aragón

El comercio minorista de la Comunidad suma ya 36 meses consecutivos de descenso de su cifra de negocio y desde que comenzó la crisis ha perdido unos 9.000 empleados.

La avenida de San José acumula decenas de locales vacíos
Las ventas del pequeño comercio acumulan tres años de caídas
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Ni las rebajas de verano de 2010, ni las de enero de 2011, ni las Navidades de 2012. Ni los grandes descuentos ni los regalos de los Reyes Magos han logrado animar al consumo en Aragón, donde las ventas del pequeño comercio ya suman 36 meses consecutivos de descensos. El último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), relativo al pasado mes de marzo, confirmaba que se mantiene la tendencia a la baja del índice de comercio al por menor, con lo que ya se ha alcanzado la preocupante barrera de los tres años ininterrumpidos de descensos interanuales.


Teniendo en cuenta los precios constantes, corregidos con la inflación, la situación del pequeño comercio aragonés es límite. Desde el mes de marzo de 2010, cuando se incrementaron las ventas por última vez -un 8,7%- respecto al mismo periodo del año anterior, la cifra de negocio de este sector ha caído un mes tras otro hasta sumar 36. Sí se produjo una pequeña 'excepción' el pasado agosto, cuando subió un escaso 1%, pero solo teniendo en cuenta la facturación de las estaciones de servicio. Para el resto del pequeño comercio, ni siquiera la antelación de las compras en los meses previos a las dos últimas subidas del IVA -en junio de 2010 cayó un 0,4% y en agosto de 2012 un 0,2%- consiguieron engordar la caja registradora.

El 'ahorro del miedo'

Desde que comenzó la crisis el consumo ha caído en todas las comunidades y en todos los sectores. No se salva ni la alimentación”, señala José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios (ECOS) de Zaragoza: “Cada vez hay menos renta disponible debido al desempleo y la caída de los salarios, unido a la eliminación de la paga extra de los funcionarios, las subidas de impuestos y el encarecimiento de otros productos y servicios, como el combustible o la electricidad...”. También, según apunta el presidente de ECOS, se está produciendo el denominado 'ahorro del miedo': “Hay mucha gente que no gasta por el temor a lo que pueda pasar, por el riesgo de quedarse sin trabajo o para guardar dinero para gastos imprevistos o estrictamente necesarios”.


Y, mientras los aragoneses cada vez cuentan con menos recursos para gastar, los comerciantes ya encuentran imposible cuadrar una caja en la que se mantienen los gastos y cada vez hay menos ingresos. “Es complicado aguantar después de tantos meses de continuos descensos en las ventas. Muchos están al límite, a punto de perforar el umbral de la rentabilidad”, asegura Pueyo. Y las perspectivas no son muy positivas, al menos para el futuro más cercano: “Nosotros todavía no encontramos razones ni hechos para hablar de brotes verdes”.


9.000 empleos perdidos


Según los datos que maneja esta entidad, desde que comenzó la crisis se han perdido alrededor de un 10% de los empleos del comercio detallista, lo que significaría la destrucción de alrededor de 9.000 puestos de trabajo, 3.000 de ellos autónomos. “Sería el equivalente a que cerrara una fábrica del tamaño de la GM”, compara Pueyo: “Cada calle de Zaragoza es como una mediana -o gran- empresa, pero los cierres se producen poco a poco. Se trata de una muerte silenciosa que no tiene tanta repercusión como la clausura de una gran industria, pero de consecuencias similares”. A pesar de no hacer ruido, los estragos de la crisis ya se notan desde hace tiempo en la inmensa mayoría de los barrios de las grandes localidades aragonesas, que acumulan centenares de locales vacíos.


Según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón, desde el año 2008 se han triplicado los establecimientos sin ocupar en Zaragoza, una situación especialmente grave en barrios tradicionales como Las Delicias, San José, Las Fuentes o la zona de Fernándo el Católico y Gran Vía, que se han convertido en una sucesión de persianas bajadas y carteles de 'Local en venta o en alquiler'.


A pesar de la última estocada de los datos del mes de marzo, en el que las ventas minoristas cayeron un 11% -con estaciones de servicio- o un 12,1% -sin ellas-, desde la Federación de Empresarios de Comercio se consuelan con que la pérdida de puestos de trabajo ha sido mucho menor que la de la cifra de negocio y se ha quedado en un 2%. “En el resto de España ha sido bastante más grave”, explica Pueyo.


Menos tiendas, más centros comerciales


Mientras la crisis ha obligado a cerrar cientos de pequeños establecimientos, Aragón se ha convertido en la comunidad con mayor concentración de centros comerciales de toda España. Con las incorporaciones de Plaza Imperial y Puerto Venecia, hay 475 metros cuadrados por cada mil ciudadanos, cuando la media nacional es de 320. Precisamente esta apuesta de las administraciones por las grandes superficies y no por el pequeño comercio ha aglutinado gran parte de las críticas de estos últimos, que ahora ven respaldadas sus reclamaciones por estos datos.