Mercado laboral

Más de 15.000 jóvenes aragoneses dejan de buscar trabajo

Muchos menores de 25 años, un colectivo que sufre una tasa de desempleo del 45,9%, han abandonado el mercado laboral por la falta de expectativas. Las alternativas son volver a los estudios, emigrar, la economía sumergida o no hacer nada.

Un grupo de jóvenes protesta en Zaragoza por su situación precaria
Más de 15.000 jóvenes aragoneses han dejado de buscar trabajo
A. E.

Casi la mitad de los aragoneses de menos de 25 años que se encuentran activos sufren el drama del desempleo, un problema mucho mayor -cuantitativamente- entre los jóvenes de la Comunidad que entre el resto de la población. La alta tasa de paro de este colectivo, del 45,9%, casi el doble que la general de Aragón -18,55% a finales de 2012- ha empujado a miles de personas a, directamente, abandonar el mercado laboral. Según un estudio de Asempleo, la Asociación Nacional de Empresas de Trabajo Temporal, elaborado a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), más de 15.000 jóvenes aragoneses de menos de 25 años han dejado de buscar trabajo desde 2008 por la falta de expectativas de lograr su objetivo. Los 59.700 que hace cuatro años aseguraban que estaban trabajando o buscando un empleo, a finales de 2012 se habían reducido a 43.900.


Desde 2008, la tasa de paro de este grupo de aragoneses casi se ha duplicado, pasando del 24,76% al 45,9%. Aunque la incidencia del desempleo en la Comunidad está muy por debajo de la media nacional (55,1%) y solo dos regiones tienen menos paro juvenil: La Rioja, con un 36,3% y Cantabria (41,6%). Pero la realidad es que hasta 15.800 jóvenes han dejado no solo de trabajar, sino incluso de buscar un empleo. Pero, si no trabajan ni buscan trabajo, ¿a qué se dedican? Según este informe de Asempleo, es imposible saberlo con seguridad, pero las alternativas que tienen los aragoneses que durante los últimos años han tomado esta decisión no son demasiadas.


La primera, y puede que más socorrida, es volver a estudiar, en el caso de los que ya habían dado sus estudios por concluidos, o continuarlos, para los que todavía se encontraban en proceso de formación. De hecho, la crisis ha reducido notablemente el abandono escolar, que en 2006 alcazó el 26% y durante los últimos años ha disminuido hasta el 20,4% actual. El mercado laboral, que antes ofrecía opciones en sectores como el de la construcción u oficios en los que no era imprescindible un alto nivel educativo, se encuentra especialmente difícil para aquellas personas menos cualificadas. Además, alrededor de 100.000 adultos han retomado sus estudios desde 2007 y ya hay unos 110.000 que estudian títulos oficiales y 300.000 que realizan algún otro tipo de curso formativo.


Emigrar o no hacer nada


También son muchos los que optan por emigrar, bien sea a otras regiones españolas o al extranjero, una opción cada vez más extendida debido a la dificultad para encontrar trabajo en casi cualquier punto del país. Según las últimas cifras del censo electoral de españoles residentes en el extranjero (CERA), recogidos por el INE, desde 2008 se han inscrito de forma oficial en otros países unos 10.000 aragoneses, una cifra que podría ser mucho mayor, ya que buena parte de los jóvenes que deciden emigrar lo hacen sin inscribirse en ningún registro.


Otro argumento que explicaría que al menos parte de estos jóvenes hayan dejado de formar parte de la población activa es que ni estudien, ni trabajen, ni busquen trabajo. Es decir, que se hayan resignado a no hacer nada. De hecho, uno de cada cinco jóvenes aragoneses -alrededor de 36.000- formaba parte de este colectivo en 2012. Aunque según el último informe del Ministerio de Educación, en el que toma datos de la Encuesta de Población Activa y de la Encuesta Comunitaria de Fuerza de Trabajo del Eurostat, esta cifra se ha reducido ligeramente durante el último año, sobre todo a raíz de la caída del abandono escolar, y afecta a un 7% menos de jóvenes que en 2012, unos 33.500 aragoneses.


Por último, y sin cifras que avalen este fenómeno, otra opción es la 'migración' de jóvenes hacia la denominada economía sumergida, que sí ha engordado a raíz de la crisis. De hecho, el último informe del sindicato de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) indicaba que ya representa una cuarta parte del PIB de Aragón.


2009, un año clave


Si hay que ponerle una fecha a esta gran caída de la actividad entre los aragoneses menores de 25 años sin duda es el año 2009, cuando hasta 10.000 jóvenes dejaron de trabajar y buscar trabajo. A finales de 2008 había 60.000 activos, mientras que cuando acabó el 2009 apenas quedaban 50.000. Desde entonces, las caídas anuales han sido más moderadas, aunque ininterrumpidas.