Tensión chipriota

Máxima expectación en Chipre ante negociación del Eurogrupo sobre sus bancos

Anastasiadis telefoneó a los líderes políticos chipriotas para informarles de que se estaba muy cerca de un acuerdo para imponer un gravamen del 25 % a los depósitos superiores a 100.000 euros.

Chipre vive con expectación e incertidumbre una jornada considerada crucial para el futuro de la isla y su economía bancaria, atenta a lo que esta noche se negocia en Bruselas.


El presidente chipriota, el conservador Nikos Anastasiadis, partió esta mañana hacia la capital belga en un avión cedido por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mientras los medios locales describían la jornada como "crucial" y "crítica".


"Las negociaciones continúan. Estamos haciendo el máximo esfuerzo por Chipre", dijo Anastasiadis en su cuenta de Twitter, en su única señal pública de vida a lo largo del día.


Antes, durante una escala en Atenas para repostar, el portavoz del Gobierno chipriota, Jristos Stilianidis, había entregado un comunicado en el que avisaba de que, "si no se consigue un acuerdo final sobre el rescate, no podremos prevenir una quiebra desordenada".


Más pesimista fue el diputado del partido gobernante DISY Prodromos Prodromo, quien en declaraciones a la televisión pública RIK dijo: "Si esta noche no hay un acuerdo positivo, tendremos que programar inmediatamente cómo imprimimos la libra chipriota".


De acuerdo a informaciones del periódico 'Kathimerini Cyprus', antes de la sesión de la tarde Anastasiadis telefoneó a los líderes políticos chipriotas para informarles de que se estaba muy cerca de un acuerdo para imponer un gravamen del 25 % a los depósitos superiores a 100.000 euros en el Bank of Cyprus, el mayor banco de la isla.


La tasa sería del 0,8 % para los grandes depósitos de las restantes entidades, porcentajes diferentes a los dados el sábado: el 20 por ciento y el 4 por ciento, respectivamente.


También se habría pactado que una vez dividido Laikí Bank, la segunda entidad financiera de la isla e intervenida por el Estado, en un banco bueno y otro malo, la parte sana pase al Bank of Cyprus.


Sin embargo, existen diferencias en otros temas.


Según los medios locales, Anastasiadis ha rechazado las exigencias de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) de que el Bank of Cyprus asuma las deudas del Laikí (unos 9.500 millones de euros), cuya división en un banco bueno y uno malo se acordó el viernes, con el fondo de liquidez del BCE.


Este último tema ha tensado las negociaciones con los socios europeos de tal manera que algunos medios locales hablaban de que el propio Anastasiadis habría planteado a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, si lo que quería era forzarle dimitir.


Una fuente bancaria afirmó este domingo en declaraciones a la agencia helena AMNA que forzar al Bank of Cyprus a asumir la deuda de una entidad "clínicamente muerta" como el Laikí podría poner en peligro la economía de todo el país.


Mientras tanto, los clientes de estos dos bancos recibieron una nueva mala noticia: Laikí Bank redujo de 260 a 100 euros el límite de retirada diaria de efectivo de sus cajeros automáticos, mientras que Bank of Cyprus lo estableció en 120 euros.


El portavoz de Laikí, Kostas Arjimantritis, informó a Efe de que la nueva medida comenzó poco después del mediodía de este domingo y se prolongará hasta la reapertura de la banca, prevista para el martes, o hasta que el BCE decida si inyecta nuevos fondos de emergencia.


Al mismo tiempo, las negociaciones para que el banco Piraeus de Grecia adquiera las filiales de estos dos bancos -y quizás también la de la tercera entidad financiera, Hellenic Bank- que operan en territorio heleno, quedaron este domingo congeladas, según dijo una fuente del Gobierno a la agencia CNA alegando "cuestiones pendientes".


Según los medios chipriotas, esta congelación de la absorción, que había sido anunciada el viernes, es una medida de presión hacia los socios europeos, ya que una quiebra del sistema bancario chipriota se extendería así también a Grecia.


Por otro lado, el arzobispo Jrisóstomos II, cabeza de la Iglesia Autocéfala de Chipre, criticó este domingo duramente las exigencias de la troika y pidió que no sean aceptadas sus demandas si estas son "irreales".


Al mismo tiempo, convocó para el jueves un almuerzo de trabajo con empresarios rusos para tratar de convencerles de que inviertan en la isla.