Nuevo impuesto

La CE propondrá una 'tasa Tobin' que recaudará hasta 35.000 millones

La propuesta que aprobará la Comisión y que tendrá que ser aceptada por unanimidad por los once Estados miembros que crearán el impuesto: Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia, España y Estonia.

La Comisión Europea presentará su propuesta para la implantación en once Estados miembros, entre ellos España, de una tasa a las transacciones financieras que obligará a los bancos a asumir su responsabilidad en la crisis financiera y que permitirá recaudar hasta 35.000 millones de euros al año.


El Ejecutivo de la UE da este paso después de que el pasado 22 de enero los Veintisiete aprobaran la creación de la tasa en once países europeos, mediante el sistema de la cooperación reforzada, previa autorización del Parlamento Europeo (PE). "La propuesta se basa bastante en la iniciativa inicialmente promovida por la Comisión Europea en 2011", señalaron hoy a Efe fuentes conocedoras del borrador de la directiva, cuando el Ejecutivo comunitario planteó gravar con el 0,1 % las transacciones con acciones y bonos, y con el 0,01 % las operaciones con derivados.


Estos porcentajes no cambiarán en la propuesta que aprobará la Comisión y que tendrá que ser aceptada por unanimidad por los once Estados miembros que crearán el impuesto: Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia, España y Estonia.


Lo que sí ha querido hacer la CE es incluir en la tasa, que deberá entrar en vigor en enero de 2014, el llamado principio de residencia, es decir que se pagará siempre que una parte de la transacción esté establecida en uno de los once países miembros participantes, con independencia de dónde tenga lugar la operación.


Esta fórmula se ve reforzada por el principio de las emisiones de los instrumentos financieros, según las fuentes consultadas, pues implica que, cuando se emiten en uno de los once Estados miembros serán gravados incluso si los que negocian con ellos no se encuentran en estos países.


Con estas dos medidas, la Comisión Europea pretende evitar una deslocalización de operaciones y empresas a terceros países donde no se implantará y eludir así las tasas a las transacciones financieras.


La Comisión argumenta que los bancos se han beneficiado de un gran apoyo de los contribuyentes durante la crisis y los sucesivos rescates de entidades europeas y además tradicionalmente no pagan suficientes tasas, con lo que les tocará pagar su "justa" parte con esta medida y contribuir a los ingresos de los Estados.


Bruselas procurará no incluir en el listado de instrumentos financieros que se verán gravados por la tasa las operaciones que afectan a diario a los ciudadanos y negocios. Otra idea es que los once países miembros que la aplicarán destinen una parte de los hasta 35.000 millones de euros que recaudarán al año mediante la tasa al presupuesto de la UE -con la consiguiente reducción de su contribución- y el resto a sus arcas.


En la propuesta inicial de la Comisión Europea se contemplaba destinar dos tercios para el presupuesto comunitario y un tercio a los presupuestos nacionales.


La Comisión presentó su propuesta original para crear una tasa Tobin (que lleva el nombre del economista estadounidense James Tobin, que la propuso en 1971) en el conjunto de la Unión Europea en 2011, pero no logró los apoyos necesarios y sí muchas críticas, entre ellas las de Reino Unido y Suecia.