Presupuesto de los próximos siete años

Principio de acuerdo para cuadrar las cuentas de la UE

Los 27 han pactado un techo de gasto de 960.000 millones de euros y ultiman el reparto del dinero entre políticas y Estados miembros.

Foto de familia de los líderes de la UE
Van Rompuy plantea bajar la ayuda a las regiones españolas
EFE

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete han alcanzado este viernes tras más de 16 horas de negociaciones un principio de acuerdo sobre un techo de gasto de 960.000 millones de euros para el presupuesto de la UE de 2014-2020, aunque siguen ultimando el reparto del dinero entre políticas y Estados miembros, según han informado fuentes europeas.


De confirmarse esta cifra, será la primera vez que el presupuesto de la UE sufra recortes respecto al del periodo anterior, en concreto casi 34.000 millones de euros en comparación con las perspectivas financieras 2007-2013.


El acuerdo representa el triunfo de los contribuyentes netos, liderados por Reino Unido y Alemania, que reclamaban más ajustes en línea con la austeridad que Bruselas exige a los Estados miembros. Además, el nivel de pagos se reduce hasta 908.000 millones de euros.


La mayor parte del recorte final practicado a los presupuestos por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, (que en total asciende a unos 13.000 millones de euros) se ha concentrado en los presupuestos destinados a infraestructuras, I+D e innovación.


En contraste, el ajuste en el capítulo de administración se limita únicamente a 1.000 millones de euros. Se logrará reduciendo en un 5% el número de eurofuncionarios durante el periodo 2013-2017, aumentando las horas de trabajo y congelando los salarios durante dos años.


Nueve horas después de que iniciase la cumbre extraordinaria que ha reunido en Bruselas a los Veintisiete, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, anunció a través de su cuenta en la red social Twitter que "ya estaba presentada la propuesta sobre el marco financiero plurianual".


"La sesión plenaria se reanudará a las 05.30 GMT", agregó Van Rompuy, aunque media hora después de su anuncio algunas delegaciones señalaron que no tenían el documento.


Las delegaciones, que ya fracasaron en noviembre pasado y se mostraron incapaces del acuerdo, reanudaron estas complicadas discusiones en busca del consenso sobre el techo de gasto de la UE durante los próximos siete años.


El presidente del Consejo había prometido tras la fracasada cumbre de noviembre "matizar" su anterior propuesta que fijaba el gasto de la UE en 973.000 millones de euros, lo que al final ha hecho con unas cifras que no gustan a buena parte de los socios comunitarios.


Esas propuestas, sin embargo, ya fueron rechazadas al inicio de la reunión por el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, que las consideró restrictivas y sobre las que reiteró la advertencia de veto que lleva meses repitiendo a los Veintisiete.


Se acercan además a las que se barajaban de forma previa al inicio de la cumbre y que pedían los países ricos del Norte de Europa, pero que rechazaron tanto el Parlamento Europeo (PE) por considerarlas demasiado restrictivas y deficitarias como los países mediterráneos y de la cohesión.


Discrepancias


Las exigencias de recortes de Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Suecia, Alemania o Austria, frente a las preferencias por un mientras que Francia, España, Italia o Portugal quieren unas cuentas menos restrictivas y que preserven las políticas esenciales para ellos de cohesión y agricultura.


El desarrollo de las negociaciones ha escenificado la división entre el Norte y el Sur de la Unión Europea.


Durante su intervención ante los líderes Schulz señaló que hasta ese momento los recortes más profundos iban encaminados hacía los capítulos de investigación y educación, lo que rechazó porque, dijo, "pone en peligro la Europa del futuro".


Las políticas europeas en favor de la investigación, la educación, la formación continua, así como la exterior y la de desarrollo "son precisamente las que le dan el valor añadido a Europa", afirmó.


En la propuesta de Van Rompuy, se incluyen 6.000 millones de euros para las regiones que superen un 25 % de la tasa de desempleo juvenil, una situación que afecta a 13 Estados miembros y que alcanzan sus cotas máximas en Grecia y España, ambos con un paro juvenil en torno al 55 %, según datos de Eurostat, la oficina de estadística europea.


De aprobarse, esta iniciativa estará dotada con 3.000 millones de euros procedentes del Fondo Social Europeo (FSE) y los otros 3.000 millones vendrían de la partida destinada a empleo juvenil, que se enmarca en el capítulo dedicado a los fondo de cohesión económica, social y territorial.


La cumbre presupuestaria, la segunda tras el fracaso de la cita de noviembre, comenzó esta jueves a las 19.45 GMT, tras cerca de seis horas de retraso debido a las reuniones bilaterales protagonizadas por los líderes europeos.


Si los mandatarios europeos no lograran un acuerdo sobre el presupuesto, tendrían que celebrar otra cumbre -algo complicado ante la cercanía de las elecciones alemanas- o aprobar un marco financiero año por año.


De recurrir a la presupuestos anuales, la UE debería aprobar unas ochenta bases jurídicas para los proyectos plurianuales comunitarios -como las infraestructuras o los programas de investigación-, una cuestión que no sería problemática, según indicaron las fuentes.