Reforma bancaria

El saneamiento de la banca cuesta 52.000 millones

El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, considera que es una carga "demasiado elevada".

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, afirmó hoy que el coste total de la reestructuración bancaria en España para el contribuyente asciende a 52.000 millones de euros, una carga que consideró "demasiado elevada".


En la rueda de prensa para explicar los planes de reestructuración de Liberbank, Caja3, BMN y CEISS, Almunia dijo que los cerca de 2.000 millones de euros que recibirán estas cuatro entidades en ayudas y los casi 37.000 millones de euros destinados a BFA-Bankia, NCG Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia, "no son el único coste que el contribuyente debe afrontar".


Eso es así porque en 2010 y 2011 seis de las ocho entidades que reciben ayudas públicas ya habían necesitado recursos públicos por 13.000 millones para mejorar sus niveles de capital, indicó.


De esta manera, el total asciende a 52.000 millones de euros.


"El coste total de reestructuración bancaria en España para el contribuyente, 52.000 millones, es demasiado elevado y demuestra lo necesario que es completar cuanto antes un mecanismo común de supervisión y de resolución, y en esto estamos trabajando duramente durante estos meses", afirmó Almunia.


Las dos únicas entidades que no habían recibido ayudas públicas hasta ahora eran Caja3 y Liberbank.


Las pruebas de resistencia llevadas a cabo por Oliver Wyman detectaron unas necesidades de capital de 57.000 millones de euros para la banca española en un escenario adverso, pero finalmente de esa cantidad se requerirá unos 39.000 millones de euros.


Esta cifra es muy inferior al techo máximo de 100.000 millones de euros acordado en julio en el rescate europeo a la banca española, "una buena noticia para el contribuyente europeo", dijo Almunia.


La cifra total del rescate se ha logrado bajar en unos 18.000 millones de euros.


En concreto, de este importe, 5.000 millones de euros son recursos que la banca ha reunido por su cuenta, con la venta de activos, ampliaciones de capital y otras medidas de gestión.


A esto se suma el reparto de la carga, pues los titulares de acciones o de capital híbrido -deuda subordinada y preferentes- han asumido pérdidas por valor de 12.000 millones de euros, "un esfuerzo importante", recalcó Almunia.


Otros 1.000 millones de euros proceden de la transferencia de activos tóxicos al "banco malo".


No obstante, una vez saneado el sector bancario español, Almunia considera que, de cara al futuro, "las entidades españolas están adecuadamente capitalizadas, en condiciones de resistir un escenario adverso, que se espera no vaya a materializarse nunca".


El vicepresidente de la CE también aseguró que los trabajos relacionados con las condicionalidades horizontales -sobre el sector en general- también progresan adecuadamente y que por tanto "se han sentado las bases para que el sistema financiero español, en lugar de ser un obstáculo a la recuperación económica, pase a ser uno de los mejores instrumentos para serlo".


Preguntado por la propuesta del Gobierno español para cumplir con la exigencia de Bruselas de reducir la participación de las cajas de ahorro en sus bancos hasta alcanzar una posición minoritaria, Almunia dijo que el documento todavía está siendo analizado.


"Hay unas previsiones en el MOU (Memorándum de entendimiento) que no se refieren a una entidad concreta, sino al conjunto del sector de cajas. Se establece ahí una serie de condiciones para mejorar el gobierno corporativo de las cajas y en particular para establecer una separación nítida entre la esfera política y la esfera de gestión", señal.


"El Gobierno español ha informado a la CE de sus proyectos para llevar a la práctica estos compromisos y en la Comisión, en el área del vicepresidente económico, Olli Rehn, están analizando el texto sometido, si bien no hay todavía una opinión final", concluyó.


España prevé convertir las cajas en fundaciones y contempla la posibilidad de que mantengan el control de sus bancos, siempre que se sometan a una estricta normativa.