Crisis económica

El beneficio de las empresas marca hasta septiembre su mayor caída desde 2005

El beneficio neto de las empresas no financieras españolas ha descendido un 57,2% en los nueve primeros meses del año, según indica el Banco de España.

El beneficio neto de las empresas no financieras españolas marcó en los nueve primeros meses del año su mayor caída interanual en el citado periodo desde 2005, año en el que comenzó el histórico de la Central de Balances Trimestral del Banco de España.


La caída, del 57,2 %, refleja "la situación de dificultad por la que atraviesan las empresas", según ha destacado el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina.


El aumento de las minusvalías y de los deterioros por la pérdida del valor de los activos financieros ha sido el culpable de estos malos resultados, que no han podido ser compensados por unos menores gastos por indemnizaciones.


Malo de Molina ha destacado que han afectado a los resultados la recaída de la actividad y del empleo y las condiciones adversas, tales como la persistencia de las tensiones financieras y el deterioro del contexto exterior.


No obstante, ha subrayado el avance en el proceso de ajuste a través de la mejora de la competitividad y en el saneamiento de los balances de las empresas mediante el desapalancamiento. En los nueve primeros meses del año, el ratio de endeudamiento de las empresas aumentó el 1 % debido al leve crecimiento de los pasivos y a la reducción de los fondos propios.


"Los procesos de saneamiento tras sobrendeudamiento son siempre largos. Lo importante es que las empresas endeudadas saneen sus balances y las que no lo están puedan recibir la financiación que necesitan, y por ello es necesario terminar con las reformas estructurales y con el proceso de consolidación fiscal", ha dicho.


El valor añadido bruto (VAB) de las compañías se contrajo un 3,7 % debido a la caída de la demanda nacional y la moderación de las exportaciones que, sin embargo, han aumentado su peso respecto al total de ventas.


Malo de Molina ha destacado los efectos positivos que la reforma laboral ha tenido en la mejora de la competitividad de las empresas, aumentando la flexibilidad interna con las reducciones de jornada o de salarios (tendencia que han marcado las Administraciones y las empresas públicas) y la contención de los márgenes empresariales.


Por sectores, destaca el descenso experimentado en las empresas de información y comunicación (7,5 % menos) por la debilidad del consumo privado y la fuerte competencia en telecomunicaciones, así como la caída en las de comercio y hostelería (2,1 % menos).


La misma tendencia siguieron las empresas industriales (10,2 % menos) por las compañías de fabricación de productos minerales y metálicos, las químicas y las manufactureras, así como las compañías de transportes, constructoras e inmobiliarias, mientras que las energéticas aumentaron el 0,8 % gracias a las de refino de petróleo.


Por su parte, los gastos de personal se redujeron el 2,4 %, debido a que una mayor caída del empleo (2,5 %) fue compensada por un moderado aumento de las remuneraciones medias (0,1 %).


Así, las plantillas medias se han reducido en casi todas las ramas sobre todo en las empresas de información y comunicaciones y en las industriales, y con más intensidad en el empleo temporal (14,9 % menos) que en el fijo (0,6 % menos).


Las remuneraciones medias han moderado su crecimiento en casi todas las ramas, principalmente en energía, comercio y hostelería, mientras que en el caso de las empresas industriales, de información y de comunicaciones, el aumento ha sido superior a la media.


Malo de Molina ha indicado que si bien hasta 2012 el ajuste ha venido de la mano del empleo, en la actualidad "los salarios contribuyen también de manera efectiva", por el liderazgo de las Administraciones y de las empresas públicas.


"El ajuste empieza a trasladarse hacia la moderación salarial", por lo que a cierre de 2012 ha previsto un crecimiento prácticamente nulo en los gastos por trabajador.