Endesa ha finalizado el sondeo exploratorio en el municipio de Pina de Ebro, que demuestra que, según los datos de las formaciones geológicas atravesadas, la zona estudiada no es viable para un futuro uso como almacén de CO2. 

Los trabajos se iniciaron en junio pasado y tenían como objetivo conocer la propiedades geológicas de los materiales existentes en el subsuelo de esta parte de la cuenca del Ebro, ha informado Endesa en un comunicado.

Tras conocerse que esta estructura "carece de posibilidades de almacenamiento", Endesa ha decidido desistir de la realización del sondeo previsto en la zona de Monegrillo, por su proximidad geográfica al terreno analizado en Pina de Ebro.

En la exploración de esta estructura, basada en un anticlinal, se ha confirmado la secuencia estratigráfica esperada con formaciones que tienen características de sello y formaciones con características de almacén.

Sin embargo, como resultado del estudio se ha identificado que, aunque las capas de sello tienen características apropiadas para su función, "las capas de almacenamiento no disponen de las propiedades necesarias en cuanto a porosidad y permeabilidad que permitan ser consideradas con potencial suficiente para su utilización como almacenamiento".

Endesa ha venido desarrollando desde el año 2006 trabajos de investigación geológica para el reconocimiento de las estructuras subterráneas presentes en el subsuelo de las provincias de Teruel y Zaragoza, según los cuales "todavía quedan estructuras en la zona que tienen potencial para el almacenamiento de CO2".

La información obtenida en este sondeo permitirá conocer con más detalle las características de las estructuras de la zona y la correlación de los datos del sondeo con los datos obtenidos en superficie permitirá una exploración "más fiable" en otras estructuras existentes en la zona.

Para eso, Endesa tiene permisos de investigación en curso concedidos por el Gobierno de Aragón, que le permitirán continuar las labores de investigación, han señalado las mismas fuentes.