Ibercaja mantiene la apuesta por la solvencia por encima del tamaño, como se ha puesto de manifiesto con la ruptura con Liberbank, zanjada oficialmente este martes. Fuentes cercanas a la entidad insistien que ahora se vuelve al punto de partida anterior a su participación en negociaciones de fusión con otras entidades y resaltan además que lo hacen en mejores condiciones que al principio como consecuencia de los positivos resultados de las pruebas de estrés.

Fuentes de Ibercaja indicaron que, como se informó a la CNMV, se da por concluido el proyecto que hubiese dado lugar a la nueva sociedad Libercaja, en la que la entidad aragonesa hubiese tenido un 46,5% frente al 45,5% de Liberbank y el 8% de Caja3. No obstante, fuentes cercanas a la entidad y a Caja3, grupo integrado por la también aragonesa Caja Inmaculada (CAI), Caja Círculo y Caja Badajoz, apuntaron al inicio de nuevas negociaciones entre las dos que, de fructificar, darían lugar a la configuración de un gran banco aragonés.

Once días después de conocer los resultados de las pruebas de estrés realizadas por la consultora Oliver Wyman, Ibercaja decidió no aprobar el proyecto de integración con Liberbank y Caja3 pactado en mayo pasado y cuya materialización hubiese dado lugar a la configuración del séptimo grupo financiera del país. Así lo comunicó la entidad que preside Amado Franco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) después de celebrar una Junta General que entendió que «las circunstancias sobrevenidas» desde el registro de la fusión, el 27 de junio, "alteran las condiciones bajo las que se suscribió el acuerdo".

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