Antes de tomar una decisión sobre el rescate

España analizará con "rigor y prudencia" el programa del BCE

Asmussen asegura que se impondrán "duras condiciones" a los países cuya deuda compre el BCE.

Mario Draghi
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EFE

"Con calma y prudencia". Así es como el Gobierno ha anunciado que tomará una decisión sobre el rescate en función de los intereses de los españoles. Las condiciones de este eventual rescate se concretarían en las próximas semanas en reuniones como el Eurogrupo o el Ecofin. Asimismo, el Ejecutivo ha indicado que analizará con "rigor" el programa de compra de deuda del Banco Central Europeo. Una compra de deuda que conllevará "duras condiciones para acometer reformas", según ha asegurado el representante alemán en el comité ejecutivo del instituto emisor, Jrg Asmussen.


"Son decisiones que no se pueden tomar a bote pronto ni de la noche a la mañana porque tienen implicaciones importantes para el país y para el futuro de los españoles". Con estas palabras la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha querido explicar que las cosas "tan importantes" deben analizarse "con calma y prudencia".


En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha sostenido que el Gobierno sopesará "todos y cada uno" de los elementos. "Eso es lo que vamos a hacer", ha insistido.


Dentro de esta llamada a la calma, la portavoz ha pedido "prudencia" especialmente a las organizaciones empresariales como CEIM, cuyo presidente, Arturo Fernández, ha pedido este viernes al presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que tome una decisión sobre la petición de un rescate total a la UE "lo más pronto posible".


"Respeto la opinión de todos, pero es el momento de que todos seamos muy prudentes", ha señalado, tras reiterar que las decisiones se deben tomar con "el debido sosiego y un conocimiento profundo" del tema.


Sáenz de Santamaría también ha pedido "prudencia" al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Se lo pido a todo el mundo, y a los líderes políticos más, sobre todo cuando algunos como él han estado en esta misma mesa que estamos hoy", ha aseverado.


En cuanto a las condiciones de la posible ayuda, la vicepresidenta ha asegurado que todavía no se han detallado, aunque se irán concretando en los próximos días, teniendo siempre en cuenta la regulación de los mecanismos que comprarán la deuda.


En este sentido, ha recordado que la próxima semana se celebrará un Eurogrupo y un Ecofin en los que se seguirá hablando y analizando el tema. A su juicio, hay que respetar los procedimientos, que serán además los que aportarán un conocimiento "certero" sobre el asunto.


Asimismo, Sáenz de Santamaría ha afirmado que la nueva posición del BCE supone "un punto importante" para garantizar la irreversibilidad del euro, puesto que pone de manifiesto su intención de actuar como autoridad monetaria y cumplir sus obligaciones para defender y garantizar la estabilidad del euro.


En cualquier caso, la decisión del BCE explica, según la portavoz, el "favorable comportamiento" de los mercados en las últimas horas, aunque hay que tener el "suficiente tino" para valorar la situación y esperar a conocer el detalle y las condiciones del programa.


El Gobierno ha acogido además con satisfacción el tratamiento que ha recibido en los medios de comunicación alemanes la reunión que este jueves celebraron en Madrid el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y la canciller, Angela Merkel.


"Duras condiciones"


Por su parte, el representante alemán en el comité ejecutivo del instituto emisor, Jrg Asmussen, ha asegurado que el BCE únicamente comprará bonos soberanos de aquellos países sujetos a "duras condiciones para acometer reformas".


El ejecutivo alemán del BCE ha rechazado asimismo el riesgo de que esta actuación relaje el control de las expectativas de inflación, ya que estas compras serán completamente esterilizadas por la entidad.


"Hacemos nuestra parte en política monetaria, perturbada a nivel de la zona euro, pero los gobiernos tienen que hacer su parte, en política fiscal y reformas estructurales", ha añadido Asmussen.


La Comisión Europea ha indicado por su parte que corresponde al Gobierno español decidir si ve necesario pedir ayuda al fondo de rescate de la UE para reducir sus costes de financiación y cuándo lo hace.


El Gobierno decide


"Son los Estados miembros los que deben valorar la situación económica y la situación en los mercados. Corresponde al Gobierno español, como a cualquier otro Gobierno, decidir si ha llegado el momento, si tiene necesidad de presentar esta petición al Eurogrupo o a la Comisión", ha sostenido el portavoz de Asuntos Económicos, Olivier Bailly.


Asimismo, el Ejecutivo comunitario ha explicado que a priori ya están definidas las condiciones que se impondrían a España a cambio de la ayuda. No obstante, el portavoz ha dejado claro que la decisión final corresponde a los países de la eurozona y no ha descartado que éstos decidan requisitos extra.


"No puedo prejuzgar ahora cuál será la decisión de los dieciséis Estados miembros cuando llegue una solicitud del país diecisiete. Es un debate que corresponde a los Estados miembros", ha sostenido.


Lo que sí parece estar claro es que la solicitud del rescate es uno de los requisitos que ha impuesto el BCE para iniciar la compra masiva de deuda española.


En cualquier caso, la Comisión considera que la implicación del Fondo Monetario Internacional "no significa que habrá condiciones suplementarias", sino que tiene como objetivo ser una "garantía de la seriedad del proceso" y la continuidad de la troika que ya ha actuado en los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda.


El presidente de Francia, Franois Hollande, uno de los más firmes defensores de que el BCE interviniera en los mercados de deuda, ha asegurado que la intervención del instituto emisor "no dispensa" a los países de la zona euro de asumir los esfuerzos necesarios para poner en orden sus cuentas.


Hollande ha indicado, en su intervención ante el Tribunal de Cuentas del país galo, que Francia cumplirá el objetivo de déficit del 3% en 2013, frente al 4,5% estimado para este año, tal y como estaba previsto.


Para ello, el presidente francés anunció la necesidad de "un esfuerzo de 30.000 millones de euros", incluyendo un recorte del gasto público por importe de 10.000 millones de euros, equivalente al 1,6% del PIB de Francia.


Por su parte, la agencia de calificación crediticia Fitch ha adelantado que no se plantea rebajar el 'rating' de España en el caso de que el Gobierno decidiese activar los mecanismos de rescate (FEEF/MEDE), permitiendo de este modo la intervención del BCE en los mercados secundarios de deuda, puesto que esto ayudaría a mantener el acceso de España a los mercados a costes asequibles.