Minería

La marcha del norte llega a Guadarrama

Los mineros de León, Palencia y Asturias alcanzaron esta mañana la localidad de San Rafael (Segovia), en el límite con la Comunidad de Madrid

La conocida como marcha norte de los mineros de León, Palencia y Asturias ha llegado hoy a San Rafael (Segovia), a los pies de la Sierra del Guadarrama, la barrera natural que separa las comunidades de Castilla y León y Madrid. Paradójicamente, la jornada comenzó en esta localidad de veraneo, donde los 160 mineros pasaron la noche en el polideportivo municipal, ya que no encontraron instalaciones adecuadas en Villacastín, a donde llegaron ayer.


Pero a las siete de la mañana, tras un nuevo viaje en autobús, ya estaban todos dispuestos y en marcha a lo largo de la carretera Nacional VI, entre Madrid y A Coruña, que hoy contaba con mucho tráfico, tanto de coches como de camiones, la mayoría haciendo sonar sus bocinas al paso de los mineros.


El trayecto, de unos 21 kilómetros que separan Villacastín de San Rafael, se ha realizado con algo más de calor que ayer, unos 22 grados, hacia las diez la mañana, "pero se ha llevado bien", como ha reconocido a Efe Tony Tamargo, uno de los mineros asturianos que encabezaba la columna.


Coches de apoyo y ambulancias también forman parte de la comitiva, hoy algo más numerosa, incluido un motorista asturiano que ha desplegado una pancarta en algunos tramos donde se podía leer: "Ánimo mineros".


En la avenida principal, que no es otra que la propia carretera nacional, pitos de apoyo de los coches y aplausos del público, con más gente en la calle, ya que este núcleo cuenta con cerca de 3.000 habitantes que en verano duplica la población.


Incluso un grupo de folcloristas con dulzaina y tamboril ha recibido a los mineros, que saludaban a las gentes que les aplaudían y apoyaban, algunas con pasión, como la de una mujer que ha gritado: "vivan vuestros cojones". 


A la llegada al polideportivo, a las doce en punto, como si fuera una etapa ciclista, según ha bromeado uno de los marchadores, han recibido el apoyo de partidos y sindicatos, unido a las curas de rigor y una comida, para descansar hasta mañana, donde el objetivo de llegar a Madrid está a tiro de piedra, nada más cruzar el Guadarrama.