Crisis financiera
El Eurogrupo baraja un máximo de 100.000 millones para España
El encuentro tiene lugar por videoconferencia desde las 16.00, con el objetivo de encauzar una solución a los problemas de recapitalización de la banca española antes de que se abran los mercados el próximo lunes.
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro estudian establecer un tope de hasta 100.000 millones de euros de ayuda europea para el sistema financiero español, confirmaron fuentes europeas. La cifra concreta no se conocerá hasta que se tengan los resultados de las auditorías independientes en curso en España, y se decidirá en otra reunión del Eurogrupo de la que aún se desconoce la fecha.
El Eurogrupo discute en estos momentos en conferencia telefónica un borrador de declaración en el que se sugiere establecer un límite máximo de hasta 100.000 millones, y la cifra final se decidiría "en función de los resultados de los análisis sobre las necesidades" de la banca española, añadió la fuente.
Agregó que España no ha solicitado todavía formalmente la ayuda para la recapitalización de los bancos con problemas, algo que podría ocurrir "durante el día de hoy e incluso mañana".
En el tope de 100.000 millones se ha tomado como referencia en la parte alta de la horquilla, de manera preventiva, hasta saber el resultado de la auditoría internacional sobre la banca española, cuyo resultado se prevé en un par de semanas. En ese sentido, la UE ha preferido pasarse, que quedarse corta.
No obstante, algunos socios más duros estarían presionando para que las condiciones que se ponen a España a cambio de la ayuda no se relajen demasiado.
Por ello, una de las palabras clave es "condicionalidad": hasta dónde irá la mano dura de Bruselas, del FMI y del Banco Central Europeo para acceder al préstamo a España, la cuarta economía de la Eurozona tras Alemania, Francia e Italia.
En caso de confirmarse un pedido de asistencia externa, no se trataría -en sentido estricto- de un rescate igual al de Grecia (salvada dos veces por la UE), Irlanda o Portugal. El dinero irá destinado al sector bancario español, muy afectado por los activos tóxicos de la burbuja inmobiliaria. El calendario
El posible rescate de la banca española se produce bajo fuertes presiones del calendario. El próximo 17 de junio Grecia celebra por segunda vez elecciones en las cuales no está claro que la población helena, que soporta duros ajustes a cambio del segundo rescate a la economía del país, por 130.000 millones de euros, vote por mayoría un gobierno que apoye las duras condiciones de la ayuda de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI confirmó el viernes en un informe adelantado que la banca española podría necesitar al menos 40.000 millones de euros para su saneamiento.
Según fuentes de Bruselas, las condiciones del rescate del sector bancario español no serían tan duras como las de Grecia, Irlanda o Portugal, cuyas economías están bajo la estricta supervisión de Bruselas, del Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, la troika internacional.
El protocolo
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea abordan esta tarde el 'protocolo' o mecanismo jurídico que sirva para canalizar la ayuda que sanee la parte de la banca española que plantea problemas de capitalización, según las fuentes parlamentarias consultadas por Europa Press.
El encuentro extraordinario tiene lugar por videoconferencia desde las cuatro horas de esta tarde, con el objetivo de encauzar una solución a los problemas de recapitalización de la banca española antes de que se abran los mercados el próximo lunes.
Las fuentes consultadas explicaron que una solución como la que ha planteado España, de canalizar la ayuda europea desde el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) hacia el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), es algo inédito, no se ha hecho nunca. Por ello, afirman, es necesario negociar cómo se articula el mecanismo jurídico que permita la operación.
Hasta ahora, los rescates de la Unión Europea habían sido de los Estados, y no existía un mecanismo que sirviera para sanear la banca. De hecho, esta posibilidad ha sufrido muchas resistencias, sobre todo de Alemania, que no concibe la inyección de fondos a entidades privadas sin que éstas pasen previamente por los Estados.
Sin embargo, el mecanismo planteado por España, aunque es finalista hacia el sistema financiero, mantiene una garantía pública ya que el FROB es un mecanismo que depende del Gobierno español.
Las mismas fuentes destacan la buena acogida que ha tenido la propuesta española entre algunos socios europeos y creen que jurídicamente no plantea muchos problemas. Otra cosa, aseguran, es la decisión política de dar el visto bueno a la inyección de fondos. Una decisión que, admiten los consultados, podría no cerrarse hoy mismo.La cifra
Además, tampoco descartan que hoy no se cierre una cifra porque el Ejecutivo español está a la espera de los informes de los evaluadores privados que encargó el Ejecutivo español, a pesar de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha adelantado una estimación inicial cercana a los 40.000 millones de euros, como la cifra que se necesitaría para el saneamiento del 30 por ciento del sistema financiero, que es el que plantea problemas.
En este sentido, plantean la posibilidad de que se hable cantidades máximas que el Eurogrupo estuviera dispuesto a poner encima de la mesa. En cualquier caso, España quiere que las condiciones que se marquen en ese protocolo no vayan más allá de las propias de un préstamo, es decir, la cantidad, el coste y el plazo. Por ello, a prioir, rechazan nuevas condiciones de política macroeconómica más allá de las exigencias del cumplimiento del déficit público pactado y de poner en marcha las reformas comprometidas.
Eso sí, lo que se quiere es dejar, sino resuelto, sí encauzada la solución lo antes posible, preferiblemente antes de que abran los mercados el próximos lunes.
Las fuentes consultadas valoran además muy positivamente las reacciones que están llegando de los EE. UU. y la reacción de su presidente Barack Obama, algo que ligan con la visita de la vicepresidenta del Gobierno, quien mantuvo, hace una semana, encuentros con el secretario del Tesoro americano, Timothy Geithner, la directora del FMI, Christine Lagarde y participó en el prestigioso Club Bilderberg, donde asisten anualmente las 130 personas consideradas más influyentes del mundo.