Dos detenidos por robar en 18 pisos con sus moradores dentro

Entraban por la noche en casas bajas o primeras plantas que tenían las ventanas abiertas y sustraían los objetos que había a la vista

La Policía ha logrado aclarar 18 robos en pisos que se cometieron entre agosto y octubre en Zaragoza mientras los inquilinos estaban en su interior. Los autores son dos ciudadanos búlgaros, uno de 24 años y otro de 34. Además de los robos en la capital aragonesa, se les atribuye otros cuatro en Segovia. 


Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, los arrestados utilizaban el método conocido como ‘sorrañeras’ en el argot delincuencial. Es decir, entraban en las casas por la noche aprovechando que las ventanas y los balcones están abiertos por el calor. La investigación se inició en agosto cuando se detectó un súbito y notorio incremento de este tipo de robos. 


Las primeras pesquisas permitieron averiguar que se trataba de, al menos, un individuo que actuaba en pisos bajos (generalmente en viviendas sociales) de fácil acceso, en los que apenas efectuaba registro alguno y se apropiaba de bolsos, carteras y objetos que estaban a la vista. Según la Policía, actuaba de un modo burdo y descuidado y en alguna ocasión llegó a encender las luces para ver mejor, lo que provocó que fuera sorprendido por los moradores con el consiguiente susto. Cuando esto sucedía, huía rápidamente sin enfrentarse con las víctimas e incluso les decía que no pasaba nada, que siguieran durmiendo. No ocultaba su rostro, pero sí usaba guantes. 


El escurridizo delincuente mostró ser muy activo y llegó a saltar tres viviendas en una misma noche. Los investigadores lograron rastrear uno de los dispositivos electrónicos sustraídos en un robo, lo que les llevó hasta K. I. P., de 24 años, que fue arrestado a finales de septiembre. 


Sin embargo, las características físicas de esta persona le descartaban como el autor material de otros robos ya que no coincidían con las ofrecidas por las víctimas. Finalmente, la madrugada del 23 de octubre, S. M. S., de 34 años, fue detenido in fraganti gracias a la actuación de una patrulla policial, tras ser sorprendido por el morador de una vivienda del Arrabal después de haber entrado por una ventana. La investigación permitió relacionarlo con el primer detenido, quien le había acogido temporalmente en su domicilio pues se encontraba huido de Segovia, donde era buscado por la Policía.