Dos miembros de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se reunieron ayer en el pabellón Príncipe Felipe con una representación institucional y deportiva de Zaragoza de cara a que la capital aragonesa pueda ser sede del Mundial de fútbol de 2018 o 2022, si la candidatura conjunta de España y Portugal finalmente es elegida por la FIFA el 2 de diciembre de este año.

Los representantes federativos fueron Miguel Ángel López y Miguel Ángel Alonso, que están realizando un chequeo a las 23 sedes de 18 ciudades españolas que aspiran a ser sede del máximo acontecimiento futbolístico del mundo. El primer corte será, previsiblemente, la primera semana de marzo, cuando solo quedarán 14 ciudades españolas candidatas. Más adelante se hará una nueva criba, para acabar al final con un máximo de 12 o 14 estadios, de los que unos 9 serían españoles y 3 o 4, portugueses. El 14 de mayo se tiene que mandar el informe definitivo a la FIFA, por lo que antes se sabrá si Zaragoza es o no candidata a sede mundialista.

En la reunión de ayer, los representantes de la RFEF escucharon los planes que tiene Zaragoza con el nuevo campo de fútbol de San José, en voz de Manuel Blasco, consejero municipal de Fomento y Deporte del Ayuntamiento, y de Álvaro Burrell, director general de Deportes de la DGA. Ambos explicaron que este año tratarán de poner la primera piedra del nuevo campo. El arquitecto que ha diseñado el proyecto, Joaquín Sicilia, explicó el concepto que ha transmitido al estadio.

En la reunión también hubo representantes de la Federación Aragonesa de Fútbol y de las Áreas de Deportes, Movilidad y Turismo del Ayuntamiento. El Consistorio rellenará un cuestionario con información que solicita la RFEF y en un mes sabrá si pasa la primera criba. En el caso de que España y Portugal sean las organizadoras de uno de los dos mundiales a los que aspiran (2018 y 2022) Zaragoza solo podría ser sede de la primera fase por la capacidad de su estadio.