"El Zaragoza es ahora un rival muy peligroso"

¿Afronta el domingo una final?

Es un partido importante pero no lo considero una final. Se trata de un encuentro más trascendente que definitivo. Nosotros jugamos ante nuestra afición y el objetivo primordial es hacernos fuertes en Zorrilla.

¿Qué hace un nuevo entrenador el primer día que entra al vestuario?

Dialogar con la gente. Lo esencial es que no sea un drama el cambio de entrenador, que se tome con naturalidad. Mi principal misión es que los jugadores capten mi idea.

¿Es cuestión de remover lo psicológico o de aplicar aspectos tácticos?

Hay que trabajar en todas las parcelas. La fortaleza psicológica es esencial porque es un arma básica para un futbolista. Pero también quiero que se empapen de mis conceptos futbolísticos.

¿Cómo analiza la caída libre del Valladolid desde el tramo final de la pasada campaña?

Evaluarlo por un motivo es difícil. Esta temporada ha contado con el problema de que han venido muchos jugadores nuevos. Nos ha costado demasiado acoplarnos. Si somos fieles a una idea, creo que conseguiremos el objetivo de la permanencia.

El domingo coinciden dos técnicos que arrancaron el año en el filial y que les han abierto la puerta del primer equipo.

El fútbol se mueve por tendencias. Estos últimos años los clubes apuestan por los entrenadores jóvenes y de la casa. Es una cuestión de trabajo y esfuerzo. Nadie regala nada, y menos un banquillo. No se hace por capricho.

Se reencontrará con José Aurelio Gay, con quien ya se ha enfrentado como jugador y como entrenador.

Somos viejos conocidos, tanto en el campo como en el banquillo. Aurelio era un gran centrocampista. Como técnicos, ya hemos coincidido varias veces. La pasada campaña, cuando él dirigía al Pontevedra y yo al filial del Valladolid. El pasado verano disputamos dos amistosos el Valladolid B y el Zaragoza B.

¿Cómo define a Gay?

Es un entrenador con personalidad, que sabe lo que quiere. Le ha costado al principio pero las piezas poco a poco le van encajando. Le deseo lo mejor.

¿Qué le sugieren los múltiples cambios en la plantilla del Real Zaragoza en enero?

Se ha reforzado mucho y bien, con una importante inversión. La mayoría de las novedades están jugando y a un nivel fantástico. Está atravesando un buen momento anímico y se trata de uno de los rivales más peligrosos actualmente.

El mayor problema de Zaragoza y Valladolid es la sangría de goles encajados. ¿Lo corrobora?

El equipo más goleado rara vez no desciende. Sin duda, en el fútbol uno de los aspectos más cruciales es no encajar goles. Si consigues la solidez defensiva, redunda en todas las líneas, incluido el ataque.

¿Coincide con sus jugadores en que el domingo Pucela debe ser un infierno para el Zaragoza?

Por supuesto. Todos sabemos lo que hay en juego. La afición tiene que estar a muerte con el equipo durante el partido. Después es muy libre de expresar su opinión.

¿Qué recuerdo guarda de su paso por el Huesca?

Un recuerdo imborrable. Me trataron fenomenal. Fueron cuatro meses espléndidos. Además, hicimos historia con el ascenso a Segunda. Me alegro de la consolidación del club en la categoría.