REPORTAJE

Veinte velas por Europa

El Groningen fue el primer rival del CAI Teruel en la competición continental. Contra el Cuneo cumple su vigésimo partido.

El 5 de noviembre de 2008, el CAI Teruel iniciaba su sueño europeo. Un novato que aprendía a moverse en círculos selectos. El sueño de una ciudad, hermosa por el arte que guarda, orgullosa de un equipo que la colocaba en el firmamento de las estrellas. Han pasado dos años y dos meses y el CAI ha engrandecido su nombre en el mejor torneo posible, el que reúne a los 24 clubes más 'chic' del voleibol europeo, la 'Champions League'. La capital mudéjar se ha teñido de naranja en este periodo, alborozada por un éxito mayúsculo en su corta vida en la elite nacional e internacional. En cinco temporadas, el CAI ha tocado el cielo en tres ocasiones -dos Superligas y una Supercopa- y quiere prolongar ese momento de éxtasis colectivo esta campaña. Capaz de sobreponerse a las peores situaciones de juego, el CAI espera reaccionar a tiempo, en su vigésimo partido europeo, contra el Bre Banca Lannutti Cuneo, campeón de la A-1 y de la Copa CEV.


El Groningen Lycurgus holandés fue el primero en la línea de salida en la Challenge Cup, el tercer campeonato de la CEV, y el Cuneo, lamentablemente, puede ser el último en Europa si el CAI no ejecuta una actuación estelar en el Palazzetto dello Sport. Veinte enfrentamientos que han hecho reír y llorar a la familia del Club Voleibol Teruel, que este año celebrará su vigésimo aniversario. Al CAI no le pesó la responsabilidad, ni pagó la novatada aquel 5 de noviembre (3-0), con un pabellón Los Planos que se vistió con su mejor traje de gala. Ni dejó escapar la ventaja en la vuelta en la ciudad universitaria, de grato recuerdo para muchos (1-3). Más de 3.500 gargantas explotaron al grito de ¡CAI! cuando el SCC Berlín trató de cortar la ilusión naranja en un duelo extremo que culminó en el temido 'set de oro' (ida, 3-2; vuelta, 3-2). El pabellón casi se viene abajo. Y más de 3.500 enamorados del CAI no pudieron reprimir las lágrimas cuando el Galatasaray dejó mudo el sentimiento de la ciudad.


Veinte partidos, una cifra modesta si se compara con pesos pesados como Belchatow, Roeselare, Cuneo, Noliko, Trentino... Rivales de muchos quilates no solo en el plano deportivo, sino por presupuesto. Pero sin hacer ruido, el CAI Teruel que gestiona Óscar Novillo proclama "aquí estamos". Dio un golpe de autoridad cuando cuando cuestionó la supremacía de un gallo en el torneo más goloso, la 'Champions League', al que accedió gracias a su primer título nacional. El Belchatow polaco recibió un correctivo en Los Planos y el conjunto aragonés se ganó el respeto (3-2), y el aplauso en la ciudad polaca, ante 13.000 almas en una fiesta del voleibol maravillosa. Al CAI le faltó certificar su calidad contra un rival con historia, el Roeselare belga, y el Kragujevac serbio exhibió descaro pero pecó de inexperiencia. Tres victorias en el casillero no fueron suficientes para asegurarse el camino al 'play off' de 12 de la Liga de Campeones. Pero sí para presentarse en la 'challenge round' de la Copa CEV con ambición y con el Cuneo en suerte. El rival de esta noche sudó en Teruel (2-3), como en esta edición de la 'Champions' en la que el CAI presume del ser el único equipo español, pero en Italia le dejó fin 'Final Four' de la CEV, copa que levantaría el club piamontés. Kragujevac ha resultado fácil, pero Noliko ha dejado en evidencia dos veces al CAI. Hoy espera otra vez el Cuneo en el cumpleaños.