REAL ZARAGOZA

Unas peñas de Primera

Tarragona. Tarragona latió con un corazón zaragocista durante todo el fin de semana. El IX Encuentro de Peñas del Real Zaragoza desplazó a la ciudad catalana a más de 220 peñistas que convivieron unidos por su pasión por el escudo del león. Una cita que salió por primera vez de Aragón y que fue calificada como exitosa por todos los participantes.

 

Tras dos días de 'calentamiento', ayer fue el día grande. Las espaciosas instalaciones del colegio La Salle, el cuartel general de todos los actos, se engalanaron con banderitas y motivos zaragocistas. Dieron la bienvenida a una comitiva encabezada por el presidente de la entidad, Eduardo Bandrés, que no quiso perderse este emotivo acto. El mandatario no paró de hacerse fotografías y firmar autógrafos a los presentes.

 

Junto a él, el consejero José Luis Melero, el secretario general Francisco Checa y el flamante nuevo responsable del Área Social de la Fundación, Luis Carlos Cuartero. El ex futbolista, que se estrenaba en el cargo, se mostró muy cómodo con su cometido de estreno y también fui muy requerido. Les arroparon otros dos ex futbolistas de la entidad, Pablo García Castany y Miguel Ángel Bustillo. Tampoco se lo perdieron el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, y Xavier Sabaté, delegado de la Generalitat. Una representación acorde con el evento.

 

Hubo tiempo para todo. No faltaron los parlamentos. Bandrés hizo un llamamiento a la afición: "Todos podemos sentirnos orgullosos de haber logrado nuestro único objetivo en la pasada temporada: retornar a Primera División". También comentó que habrá que tener paciencia con la salida y entrada de jugadores en la primera plantilla para afrontar con garantías el retorno a la elite.

 

Palabras que se intercalaron con distintas celebraciones más festivas. Al desayuno popular, le siguió una sentida misa baturra que contó con la participación del Grupo San Jorge del Centro Aragonés de Tarragona.

Tras la entrega de un recuerdo a cada una de las peñas desplazadas, los asistentes volvieron a sentarse en la mesa para dar buena cuenta de una comida de hermandad, cuyo menú había sido confeccionado por Juan Antonio Cascos, presidente de la Peña Zaragocista de Tarragona. Fideuá con sepia y galeras de primero y bacalao con romesco y judías de segundo. Ambos, unos manjares muy tarraconenses. Todo ello regado por vinos aragonseses y catalanes.

 

"Estamos muy satisfechos por el desarrollo de todo el fin de semana. Al principio pasas muchos nervios pero ha valido la pena. Hemos disfrutado de unos fantásticos días de zaragocismo. Entre los tres días han pasado más de 500 personas. Tratándose de la primera vez que se celebra el Encuentro de Peñas fuera de Aragón, es para sentirse orgulloso. El propio presidente Bandrés nos ha felicitado y nos ha dicho que hemos dejado el listón muy alto. Es la mejor prueba de que el zaragocismo está muy vivo", explica Juan Antonio Cascos tras la clausura de la cita.

 

Con la clausura del IX Encuentro, un único deseo compartido por todos los peñistas: que no vuelva a repetirse otro año en el infierno de Segunds División. "Con esta temporada ya hemos tenido suficiente. El Zaragoza es un equipo de Primera y así debe continuar".