CAI ARAGÓN 32-NATURHOUSE, 32

Un punto de alarma

El CAI Aragón le regala un empate al Naturhouse. Los aragoneses acumularon excesivos errores ante un rival que disfrutó de una magnífica oportunidad para ganar en Zaragoza.

El Naturhouse cosechó en Zaragoza la mitad de puntos que en toda la temporada pasada a domicilio. El dato refleja en toda su crudeza el partido que perpetró el CAI Aragón, que regaló un punto en un encuentro en el que cualquier rival competente le habría arrabatado los dos. Más allá del puntito sumado, de su valor nutritivo, cabe hablar de su sabor, de la amargura que deja en el paladar. Masticando de forma tan atropellada, digiriendo tan mal el balonmano, parece poco probable que el equipo naranja arranque algún punto en Granollers. Mucho menos que sea capaz de hincarle el diente al Barça y al Ciudad Real. Mal panorama. A este paso, el club aragonés se introducirá en la sexta jornada con apenas tres puntos en las tripas. Cuidado, que el invierno es largo en la Asobal.


La primera mitad aún fue apta para el consumo. Cuatro latigazos de Doder, otro par de arreones de Arrhenius y media docena de fogonazos de Zaky bastaron para establecer las primeras ventajas del CAI Aragón. Stankovic se unió a la batería de lanzadores mediado el primer acto. Toño Cartón, por contra, solo fue capaz de anotar en la primera mitad desde la línea de siete metros. Las noticias desde la otra esquina no fueron mejores. Amadeo, al igual que durante todo el partido de Cuenca, ni llegó a lanzar desde su posición natural desde el extremo. A pesar de estas sensibles lagunas, la superioridad global del equipo naranja resultaba clara, contando además con la esta vez sí sensible aportación de Lapajne al cuidado del portal.


Los riojanos se desperezaron de forma prograsiva (15-14, minuto 26), pero el apuro fue solventado con eficacia por Zaky y el debutante Abel Lamadrid, que dejaron al descanso un más tranquilizador registro de 18-14. En la segunda mitad, el CAI Aragón perdió la cabeza y estuvo a punto de perder el partido. Precipitado en ataque, allanó la reacción del Naturhouse con una pésima defensa y con la acumulación de absurdas exclusiones y pérdidas de balón. La alarma comenzó a sonar, hasta chillar de forma estridente (20-21, minuto 29). Kosovac tuvo que solicitar un tiempo para arreglar el desbarajuste.


Stankovic, imponente, acudió al rescate. Cartón, mucho más eficaz desde el extremo, ayudó a Stankovic para sostener al CAI Aragón en esta fase de confusión que se prolongó hasta los minutos finales, en el que dos pérdidas de balones de Sifre y Cartón volvieron a meter en el partido al Naturhouse.

El extraño caso del ambidiestro


Curioso el caso de Sifre, el extraño caso del ambidiestro: fichado como recambio de Cartón, todavía no ha jugado en esa posición y sí en el extremo contrario, en sustitución de Sorli. Cartón volvió a disputar los 60 minutos de juego, volvió a no disfrutar ni un segundo de descanso. Quizás por ese motivo llegó algo fatigado al tramo final.

 

Lamentablemente, falló un penalti en los segundos finales con toda la pinta de determinante. Y, agotado, también desperdició su rechace, en un fácil lanzamiento desde la línea de seis metros.


El Naturhouse La Rioja aprovechó el regalo, e igualó desde el punto de penalti en su último ataque. Un punto con perspectiva desigual: magnífica cosecha para los riojanos; estridente alarma para el CAI Aragón.