Un 'privado' reservado en la zona VIP

Se empeña el Real Zaragoza en negar una evidencia palmaria, en llevar los hechos a un "tu palabra contra la mía" en la que difícilmente puede salir airoso. Pase que el club esgrima, vista la estruendosa repercusión que ha tenido su peculiar e histórica celebración de la permanencia en la noche sevillana tras la derrota del partido del sábado pasado en Jerez, que la fiesta no estuvo organizada previa y premeditadamente. Pase que, en su batiburrillo de excusas y descripción de los acontecimientos a posteriori, admita que los dirigentes fueron por un lado (a un pub determinado) y que los futbolistas lo hicieron por otro. Pase también que, en otra ráfaga defensiva, se indique desde la sede de La Romareda que solo fue una parte de la expedición la que salió a festejar el éxito de la salvación y que otra se fue a la cama a descansar.

Pero de ahí a negar a rajatabla que el 'caso Antique' existió media un abismo. Primero, porque fue en Jerez, un par de horas antes de iniciarse en duelo de Chapín, cuando trascendió que el Real Zaragoza tenía reservada su presencia en la popular discoteca de La Cartuja sevillana. Algunos agentes de futbolistas que allí se dieron cita manejaban la información, lo mismo que varios periodistas y algún aficionado aragonés. Incluso en Sevilla se sabía que, si el Barcelona ganaba en el Pizjuán (como así fue luego) y su regreso en chárter se abortaba por el cierre del aeropuerto de El Prat a causa de la famosa nube de ceniza del volcán islandés, Barça y Zaragoza podían juntarse en la sala, ya que los culés también habían buscado el lugar como centro de su festejo (al final pudieron volar a medianoche y la Antique no pudo gozar de su presencia).

Y, en segundo lugar, el Real Zaragoza queda en evidencia (sobre todo los que están dando la cara forzosamente a instancias de Agapito) con el simple ejercicio del periodismo. Ayer, como ya ocurrió el mismo domingo por la tarde, los responsables de la Antique -que ya habían sido advertidos por el club de que no dieran explicaciones si eran llamados desde Zaragoza- detallaron sin problemas el episodio.

"Alrededor de la 1.30 de la madrugada, al menos 15 personas llegaron a la discoteca. Uno de ellos se identificó como miembro del Real Zaragoza y se les pasó al 'privado' que tenían reservado", explicó uno de los responsables del establecimiento. "Algunos se marcharon antes, pero la mayoría estuvieron unas dos horas tomando unas copas", añadió.

En este tipo de macrodiscotecas es práctica habitual la habilitación de zonas VIP con barra propia, una especie de corralitos acotados con cintas y vigilados por personal de seguridad a los que solo pueden entrar, debidamente acreditados, los miembros del grupo que reserva. En el caso del Zaragoza, la gestión corrió a cargo de una persona de Zaragoza con vínculos amistosos en la plantilla.