El Barça puede añadir esta tarde (20.00, GolTV y Canal+Liga) un récord más a los muchos que ha batido en los últimos tiempos, en este caso en lo que respecta a la historia particular del club. Nunca hasta ahora había completado la primera vuelta del campeonato invicto. Con el título honorífico de campeón de invierno ya asegurado, la victoria en Valladolid supondría, además, distanciar en ocho puntos al Madrid, que podría sentir la presión mañana ante el Málaga para volver a los cinco. Tanto el aliciente estadístico como el referente a la presión al eterno rival parecen suficientemente atractivos como para centrar la atención de los jugadores barcelonistas, aunque el entorno sigue más pendiente de valorar la 'renovación' verbal de Pep Guardiola y de interpretar su relación con Joan Laporta tras la rueda de prensa del pasado miércoles.

El entrenador intentó zanjar otra vez el tema. "Si se duda de la palabra que he dado ante millones de personas, ya no puedo hacer nada. Esta es la última vez que contesto preguntas sobre este asunto. Y mis relaciones con Laporta son excelentes, le estaré eternamente agradecido y es un placer trabajar con él porque me lo ha dado todo". Establecida la tranquilidad extradeportiva, o por lo menos eso se está intentando antes de que las elecciones arrasen con toda la calma, Guardiola debe fabricar un pivote defensivo para jugar en Zorrilla.

Con Touré en la Copa de África y Sergio Busquets guardando reposo médico por espacio de una semana por un golpe que sufrió en el riñón izquierdo el pasado sábado ante el Sevilla, las opciones pasan principalmente por reciclar a un central. Márquez brilló en esa demarcación en la temporada 2004-05, la de la primera Liga de Rijkaard, pero el último experimento, en la ida de la Copa frente al Sevilla, no salió bien. Pese a todo tiene más opciones que el despistado Chygrynskiy, que probó por delante de la zaga en un reciente amistoso. Piqué también podría reubicarse, aunque eso significaría desmontar un centro de la defensa que funciona muy bien. Keita, que entra en la lista tras la eliminación de Mali en Angola, no se siente cómodo con el corsé táctico que implica el pivote, mientras que Xavi e Iniesta tienen un talento ofensivo que no se puede desaprovechar en una demarcación tan sacrificada.

Es un interrogante que podría condicionar la alineación de José Luis Mendilibar, que tiene lesionados a Sisi y Álvaro Rubio. "El Barça te puede ganar de cualquier manera, tenemos que jugar a tope y esperar que una semana tan tranquila, sin partido entre medio, algo a lo que no están acostumbrados, les afecte", comentó el técnico del equipo pucelano, rezando por encontrarse a un Barça con menos ritmo.

Mientras, Joan Laporta, presidente del club blaugrana, admitió ayer que la posibilidad de que la junta directiva presente una candidatura única a las próximas elecciones es casi inviable y consideró "no tan relevante" que dos vicepresidentes encabecen sendos proyectos aspirantes a la presidencia.