TENIS

Un nuevo rey para Australia

Roger Federer, en la imagen, aspira junto a Andy Murray a vencer el primer 'grande' de la temporada.
Un nuevo rey para Australia
AFP

MELBOURNE. ¿Roger Federer o Andy Murray? La apasionante batalla que definirá al nuevo rey de Australia está destinada a hacer historia o a marcar tendencia en el mundo del tenis, según quien se ciña la corona mañana (9.30 hora peninsular).

Federer es un jugador que se quedó sin récords por romper desde el año pasado: con 15 trofeos de los 'grandes' en su vitrina y ya sin la espina clavada de Roland Garros, el suizo solo sigue jugando "por amor" al tenis, como dijo esta semana en Melbourne. Pero no solo juega, sino que gana y da cátedra, como en su paliza de semifinales sobre Jo-Wilfried Tsonga por 6-2, 6-3 y 6-2 en un trámite sumario que le demandó algo menos de una hora y media, y que lo dejó al borde de conquistar su cuarto cetro en Melbourne Park.

Tras perder la final del US Open frente al argentino Juan Martín del Potro y su posterior traspié en semifinales de la Copa Masters de Londres, aparecieron algunas nubes en el horizonte hasta entonces despejado de Federer. Y la pregunta del millón era si su nueva condición de padre, tras el nacimiento de sus hijas gemelas en julio, había menguado su insaciable sed de triunfo.

En el arranque de 2010, Federer parecía tener que hacer frente a numerosos potenciales contendientes en la lucha por la zona de privilegio en el ranking. Pero el Abierto de Australia los fue dejando en el camino a uno por uno; Rafael Nadal, Novak Djokovic, Del Potro, Nikolai Davydenko...

Rafael Nadal no pudo defender su título y se marchó con una preocupante lesión en la rodilla y el número cuatro del mundo en la valija del español; el serbio Djokovic volvió a fallar en horas clave; Del Potro constató que las dos mágicas semanas de Nueva York no son tan fáciles de repetir, y el empuje fantástico de Davydenko chocó con sus propios límites y los que le puso el mismo Federer.

Así las cosas, al suizo solo le queda en pie una de sus amenazas concretas: Murray. Si lo supera, tal como sucedió en la final del US Open 2008, su victoria marcará tendencia. Y la temporada 2010 se presentará como una autopista despejada para el 'bólido' Federer, quien podrá disfrutar por un buen tiempo más de su 'pole position' en Down Under.

En cambio, si Federer pierde mañana en el Rod Laver Arena, se escribirá una página histórica en los libros del tenis, ya que hace 74 años que un británico no se adueña de un trofeo de Grand Slam. Murray pretende seguir los pasos de su compatriota Fred Perry, que en 1936 en Nueva York ganó el último Grand Slam para un británico. El talentoso escocés de 22 años se quedó con las ganas ante Federer hace 15 meses en Flushing Meadows. Hoy es un jugador más maduro, aunque está por verse cómo maneja la presión de todo un país amante del tenis que está obsesionado por un nuevo héroe.

Si consigue dar el gran golpe en el Rod Laver Arena, Murray no solo hará historia y alcanzará el segundo puesto en el ranking, sino que sacudirá también los cimientos del 'imperio' Federer. Partido para los libros de historia -si gana Murray- o los de estadísticas -si lo hace Federer-. La respuesta llegará en breve.