CAI ZARAGOZA 82 - OURENSE 69

Un inicio soberbio y a dormir

Phillip trata de esquivar al base Gonzalo Sánchez
Un inicio soberbio y a dormir
OLIVER DUCH

Victoria de contrastes, pero victoria a fin de cuentas. Y fue de contrastes porque el CAI fue capaz de realizar una soberbia primera mitad en la que logró una ventaja de 18 puntos, pero también de relajarse tras el descanso y contagiarse de un juego farragoso y poco fluido en los dos últimos cuartos. Pero lo fundamental es que para entonces los rojillos ya habían hecho los deberes y habían dejado resuelto el choque. Eran conscientes de que iban a sumar su quinto triunfo consecutivo y eso hace levantar el pie del acelerador a cualquiera.

 

Ese arranque local fue definitivo. Porque cuando un equipo de la calidad y del nivel del CAI Zaragoza se pone a carburar hay muy pocos conjuntos que puedan pararlo en esta Liga LEB, ni siquiera practicando un buen baloncesto como el que por momentos ofreció anoche el Ourense de Paco García. Los rojillos no querían sorpresas ingratas y se tomaron el partido muy en serio hasta que lo tuvieron totalmente encarrilado. Ocurrió como en Vigo, justo lo que pedía el técnico José Luis Abós.

Defensa intensa y agresiva

La defensa se mostró intensa y agresiva, forzando errores del rival y posibilidad de correr en ataque. Con el balón en las manos, los aragoneses buscaron casi con obsesión a sus pívots. Lógico, porque Elonu, Phillip y Lloreda volvieron a demostrar que cuando reciben al poste bajo casi siempre sacan cosas de provecho, bien la canasta o bien la falta o una situación de superioridad para sacarla de nuevo al perímetro.

 

Con el balón dentro de la pintura transcurrieron unos primeros minutos en los que brilló con luz propia el nigeriano Elonu. Dos madrugadores tapones, varias canastas y dos mates estratosféricos después de correr dos contragolpes despertaron a la grada. Lástima que no tuviera continuación su gran primer cuarto en el que fue despedido con una sonora ovación.

 

Pero no era el único que tiraba del carro. Phillip volvía a ser el "abusón" como le grita la peña 'Inchas Lleons'. Su calidad sobrepasa el nivel de esta liga y se harta de anotar y de sacar faltas para ir a la línea de libres. Y más cuando está motivado como ayer, con sus habituales gritos y gestos para la afición. Casi sin despeinarse se fue hasta los 21 puntos.

 

Por aquel entonces aún estaba vivo el encuentro. Y es que los gallegos se amparaban en las buenas acciones de Koffi para aferrarse en el electrónico.

Como ocurriera hace menos de una semana en Vigo, si Elonu arrancó de manera espectacular, su sustituto tampoco le fue a la zaga. El panameño Lloreda saltó al parquet y rápidamente logró dos canastas, un rebote, sacó una falta y volvía a provocar que el juego interior visitante hiciera aguas.

 

Pero para todo había respuesta. El Aguas de Sousas también veía los vacíos en la defensa del CAI y sacaba canastas fáciles con Coego y con un eléctrico Matías Nocedal que comenzaba su propio recital que acabó con 20 puntos. Minutos de buen bvaloncesto de los de Paco García que, sorprendentemente, precedieron a la escapada definitiva de los zaragozanos.

 

En un visto y no visto los de Abós rompieron el choque. Un triple de Quinteros, al que le costó despertar, y una contra culminada por Robles abría la brecha hasta los doce puntos. Paco García le vio las orejas al lobo, pidió tiempo muerto y cambió a sus cinco hombres en cancha de golpe. De nada le sirvió. Las buenas defensas de los rojillos y la aportación de casi todos sus hombres en ataque hacían que al descanso estuviera todo visto para sentencia con +18 en el marcador.

 

Y todavía quedó más claro que la victoria no se escaparía del Príncipe Felipe cuando el CAI perdió cuatro o cinco balones seguidos en el tercer cuarto y ni siquiera eso sirvió para que los orensanos recortaran distancias. También es verdad que no lo hicieron porque la defensa local seguía siendo digna.

 

Sin embargo, la sensación del equipo aragonés ya no volvió a ser la misma. Había cumplido con su obligación y estaba medio dormido, especialmente, en un ataque que ya no veía el hueco por el que hacer daño. Además, el argentino Nocedal se encargó de dejar claro que si los zaragozanos bajaban del todo los brazos podrían sufrir.

 

De evitarlo se encargaron Edu Sánchez y Matías Lescano, quizá los dos con más energía en un flojito, por no decir otra cosa, tercer cuarto. A pesar de todo eso, el triunfo, insisto, nunca corrió peligro, porque con todas esas circunstancias el CAI seguía 19 arriba.

 

Solo era cuestión de tiempo, de hacerlo pasar sin sobresaltos. Por eso, cuando los gallegos se acercaron tímidamente a catorce puntos Abós volvió a tirar de su arsenal y sacó a Rivero, Phillip y Lescano. Elonu ya no estaba por allí porque le pierde su cabeza a la hora de hacer faltas innecesarias, y ya estaba con cuatro.

 

El acierto había desaparecido y el Ourense llegó a ponerse a once, lo que conlleva algún pito en el Príncipe Felipe. Lo de siempre. Pero ahí estaban de nuevo los de siempre, el mencionado DP y un Quinteros, que también en silencio y casi sin inmutarse se fue hasta los 17 puntos y algunos robos interesantes.

 

Todo finiquitado y entonces sí que se fueron todos a dormir. Antes, ya lo habían hecho y la segunda mitad resultó por momentos soporífera. Pero, todo hay que decirlo, lo hicieron cuando el trabajo ya estaba hecho.

La racha continúa, que es lo vital, y la quinta victoria empieza a insinuar que esto puede ir para largo. Ojalá.