SD HUESCA

Un histórico en defensa

Alberto Marcos, veteranísimo zaguero del Valladolid, llega al Alcoraz para acompañar a Onésimo.

Marcos con su nueva camiseta.
Marcos: "Vengo al Huesca perdiendo dinero"
JAVIER BLASCO

Franco y directo. Sin dobleces. La primera rueda de prensa de Alberto Marcos, que lucirá el 4, dejó un amplio catálogo de frases de un jugador histórico que está listo para engrandecer la historia de su nuevo equipo. A saber. El defensa reconoció que está fatal de forma, pero que como no le cuesta y le gusta sufrir en un mes estará como antes, que viene para sentirse jugador, que lo hace rechazando ofertas de clubes económicamente más poderosos que prefirió omitir, que llega sin la etiqueta de jugador de Primera División, con el objetivo de demostrarse a sí mismo que se siente jugador y que cree en el proyecto del Huesca a pies juntillas.


El vicepresidente del club azulgrana, Agustín Lasaosa, hizo la presentación oficial del nuevo defensa del Huesca en la que también estuvo el presidente de la entidad, Fernando Losfablos, que calificó el fichaje de un "orgullo" para el club. "El Huesca es hoy un poco más grande. La llegada de Alberto supone que el Huesca, poco a poco, en España sea más grande. Hemos fichado a una persona que ha creído en nosotros, con un curriculum que asusta y que ha estado en el Valladolid, un club con una grandísima historia. Que un jugador de su renombre venga a ayudarnos dice que el Huesca crece", afirmó Lasaosa.


La madurez de quien ha vestido durante quince temporadas la camiseta del Valladolid y se forjó en los equipos base del Real Madrid sirvió para que las palabras de Alberto Marcos tomaran más altura. "Lo que aquí manda es el verde. Que hayas tenido más o menos minutos en Primera, más o menos tiempo en ciertos equipos no te gana el respeto. El respeto de los jugadores, la afición, el club y de uno mismo se gana en el campo de juego. Todo lo demás sobra". Estas fueron las primeras palabras de Marcos en la sala de Prensa de 'José Luis Trallero' de El Alcoraz. Cerrada su etapa en el Valladolid, el defensa ansía cambiar cuanto antes el chip para ser lo más rápido posible útil a su amigo Onésimo, técnico del conjunto azulgrana. Del equipo castellano se despidió el jueves en una emotiva rueda de prensa, acompañado del presidente del club. Dejó Pucela, porque su alma de jugador se había perdido. Ayer reconoció que estaba más "en temas casi burocráticos y vengo aquí a sentirme jugador, para ayudar en lo que pueda a mis compañeros".


Nacido en febrero de 1974, el defensa reconoció que está claro que ya no es un chaval de 22 años. Que a sus 36 años no está para hacer florituras con la bola, pero sí para dejarse la piel sobre el campo. La edad del DNI ni quita ni da juego. "El que te pone en su sitio es la pelotita. Yo vengo con mucha ilusión y en mi interior tengo una cosa que dice que lo primero que tengo que demostrar es el respeto a mi mismo, y luego, según como vayan saliendo las cosas a todos los demás. Está claro que no soy Beckham ni lo pretendo. No soy un 0 ni un 10, soy en un 7 y allí quiero llegar", afirmó.