REAL ZARAGOZA

Un destino incierto

Roberto, que muestra su preferencia por seguir en el Zaragoza, prevé dificultades en la negociación con el Atlético de Madrid, club al que pertenece y al que regresa en unos días.

Roberto Jiménez, en un lance del entrenamiento de ayer.
Un destino incierto
TONI GALÁN/A PHOTO AGENCY

"Todavía no hemos tenido tiempo de hablar nada sobre mi futuro. Queda un verano muy largo por delante, y más este año. Por ahora, lo único claro es que en unos días, llegaré a Madrid, me darán el calendario vacacional del Atlético y allí tendré que volver", señaló ayer Roberto Jiménez, el portero que culmina pasado mañana su cesión al Real Zaragoza, situación laboral que se fraguó el pasado enero sin ninguna opción de compra por parte del club aragonés.

Roberto, pese a su juventud (24 años), acumula ya cierta experiencia en cesiones y, conociendo los métodos negociadores del Atlético, no prevé una resolución rápida para que su futuro se defina, bien dentro del club rojiblanco, o bien fuera de él. "Estoy preparado para que lo mío se convierta en un culebrón de verano. Los antecedentes me dicen que las negociaciones entre clubes se hacen siempre tarde. En las últimas temporadas, mis cesiones al Recreativo de Huelva y al Nástic de Tarragona eran muy simples de partida, pero acabaron haciéndose al final del verano", admitió el guardameta con aire escéptico. "Los clubes siempre esperan. Cuanto más tiempo pase, más puertas se les pueden abrir en las negociaciones con otros jugadores y otros clubes y, así, más fuerza pueden hacer para lograr esos fichajes. Según pasen las semanas, surgirán ofertas, posibles operaciones que ahora nadie contempla y sé que me tocará esperar. Ahora no sé qué puede pasar al final", repicó sobre sus previsiones estivales, aludiendo a los métodos habituales del Atlético en el mercado.

Roberto, al margen de estas sensaciones previas al parón veraniego, tiene sus criterios muy claros, ideas definidas que anuncia va a trasladar a los dirigentes del Atlético para que las tengan en cuenta. "Pese a lo que se dice, yo creo que la grave lesión de Asenjo no tiene por qué influir en la decisión que el Atlético tome conmigo. Yo no tengo que servir de parche de nadie. Mi caso es independiente. No tengo claro si me quieren vender o no. Pero sí digo que esa tiene que ser una posibilidad a estudiar", remarcó antes de seguir describiendo su teoría.

"El Atlético ha de tener en cuenta que, tanto a mí como a ellos, venir al Zaragoza en enero nos ha hecho mucho bien. Estos partidos me han dado un valor que antes no tenía. A partir de ahí, mi intención es la de seguir creciendo en un equipo donde cuente y juegue. Aquí en Zaragoza he vivido meses muy bonitos y creo que este puede ser de verdad el inicio de mi carrera como futbolista. Y quiero que mi idea, esta, se tenga en cuenta", declaró con un mensaje cristalino para los dirigentes colchoneros.

Roberto aún completó con más argumentos su parecer. "En el Atlético han encontrado en David (De Gea) un portero de presente y de futuro. Yo sé que tengo contrato allí por dos años más, que firmé orgulloso en su día y, si tengo que volver, lo haré encantado. Pero con 24 años, mi experiencia aquí en Zaragoza ha sido muy buena y eso habrá que tenerlo en cuenta", volvió a sugerir. Es evidente que el portero no juega con doble fondo ni con palabras de bien quedar. Roberto tiene su preferencia clara: vincularse de un modo u otro con el Real Zaragoza a partir del 1 de julio ya que es aquí donde en poco tiempo (gracias a sus decisivas actuaciones), se ha convertido en un hombre reconocidísimo entre la afición y tiene garantizada su titularidad. Pero, por otra parte, asume sus ligaduras inevitables con el Atlético de Madrid y, por ello, los diferentes peajes y concesiones que pueda estar obligado a aceptar según se desarrollen los acontecimientos en el mercado veraniego de fichajes.

De momento, pasado mañana jugará el último partido como zaragocista en esta breve estancia como cedido en el club blanquillo que le ha lanzado a la fama como guardameta de garantías y enorme futuro. El verano dirá si la serie continúa o si esto ha sido todo.