S.D. HUESCA

Un brindis por la quinta

El Huesca persigue hoy, ante el Alavés, su quinto triunfo consecutivo en El Alcoraz.

Imagen de un entrenamiento de la Sociedad Deportiva Huesca en la Ciudad Deportiva.
Un brindis por la quinta
RAFAEL GOBANTES

El Huesca ya se ha enfrentado esta temporada a un campeón de casi todo (Real Zaragoza), dos conjuntos de Champions (Celta y Real Sociedad), a un ex seleccionador nacional (Clemente, despedido del Murcia)... y ahora toca todo un subcampeón de la Copa de la UEFA.


La Segunda División ofrece esto: vergüenza para los históricos y una semana tras otra de fiesta para los humildes. El club azulgrana comienza 2009 con la resaca del mejor año de su historia y presto para recibir al Deportivo Alavés, que hace no tanto se midió en una final europea con el Liverpool de Gerrard y Carragher (17.00).


Con las uvas bien digeridas y las vacaciones navideñas olvidadas, el cuadro de Antonio Calderón quiere hacerse el mejor regalo de Reyes a costa del equipo vitoriano, que estrena entrenador y sistema táctico y atraviesa por una situación delicada. Una situación propicia, o no, para que se consiga la quinta victoria consecutiva en El Alcoraz, para seguir construyendo una fortaleza ahora que se han reiniciado las obras. La mejor noticia que ofrece un estadio que cambia muy despacio de cara y es víctima de sus propias carencias. Lo que ocurre sobre el césped, domingo tras domingo, es otra historia bien distinta. Mil veces mejor.


El Huesca se encuentra en una situación cómoda que, sin embargo, no hace justicia a las sensaciones que ha mostrado durante las 17 primeras jornadas. El descenso se ve desde lejos, sí, pero solo hay que repasar la clasificación para hacerse una idea de lo que pasaría si no se hubiesen dejado escapar los puntos ante Zaragoza y Hércules, o si ante el Albacete no se hubiese sufrido semejante pájara... Con 24 puntos, los oscenses están al acecho de la zona noble y en los próximos partidos, ante Sevilla Atlético, Xerez y Girona para clausurar la primera vuelta, puede lograr un botín suficiente para pensar en una final de temporada feliz y tranquilo. O, en el mejor de los casos, dando mal a los equipos de arriba.


Y, al parecer de todos sus protagonistas, el Huesca no ha acusado el parón navideño ni los jugadores han abusado de los dulces y los asados. Al contrario, han abordado esta semana enchufados desde el primer momento, deseosos de volver a pasar una tarde en El Alcoraz al calor de sus aficionados, el lugar donde mejor leen las partituras de Calderón. De ello pueden dar fe sus últimas cuatro víctimas (Córdoba, Levante, Las Palmas y Murcia) y una masa social entusiasmada con los avatares de los suyos.


En el estadio oscense se han abrochado 17 de los 14 puntos coleccionados hasta el momento y allí se cimentan buena parte de las opciones de permanencia. Los vascos acuden con su nuevo técnico, Javier Mandiola, el ex portero azulgrana Bernardo previsiblemente en el banquillo y un esquema defensivo que habrá que abordar con mucha paciencia.