REAL ZARAGOZA

Tres piezas de recambio

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Contini, Eliseu y Arizmendi, en diferentes lances del entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva.
Tres piezas de recambio
TONI GALáN/A PHOTO AGENCY

Tres cambios se advierten en el once inicial del Real Zaragoza para recibir mañana al Espanyol. Del equipo que ganó en La Coruña va a caerse por fuerza el central Jarosik, que hoy será sancionado con un partido por el Comité de Competición por acumulación de tarjetas. También lo hará Lafita, a quien su rodilla lastimada le sigue generando un dolor que le impide estar al cien por cien físicamente. Y, muy probablemente, Ander Herrera se quede en el banquillo purgando su preocupante bajón de rendimiento en los últimos cinco o seis partidos que han difuminado la progresión que pareció apuntar mediada la temporada y que nunca cuajó en nada concreto.

Gay tiene los tres recambios a mano. Contini entrará en la zaga en el hueco de su colega Jarosik una vez que ha pasado por la nevera de los jueces de Competición tras la roja que vio ante el Madrid. Eliseu ocupará la banda que Lafita cubrió el sábado en Galicia una vez que, como Contini, saldó su deuda con la justicia futbolística tras haber acumulado cinco amarillas. Y Arizmendi, claramente recuperado de la amenazadora inflamación muscular en la zona inguinal que aconsejó su ausencia en Riazor, tomará el relevo del joven Herrera.

Son tres cambios con repercusiones en el mecanismo del juego blanquillo, aunque no en el sistema matriz del 4-2-3-1. Cualitativamente, tampoco van a generar de inicio demasiado quebranto. Al fin y al cabo, los que regresan al once inicial son tres titulares fijos del bloque base de Gay desde hace tres meses. En defensa, la mutación es pieza clave por pieza clave: Contini por Jarosik, lo que implica que Pablo Amo, que es quien porta la vitola de suplente en ausencia de cualquiera de los 'capos' de la zaga, continuará en el eje de la retaguardia, solo que cambiando de pareja.

Eliseu y Arizmendi volverán para reactivar el espíritu guerrero de las dos bandas del Zaragoza de Gay, circunstancia que, por su ausencia, no se dio en La Coruña. Este dato sí que aporta valores añadidos a la cara vista que tendrá el cuadro blanquillo contra los periquitos. En Riazor, Lafita cubrió de forma muy aceptable uno de los flancos, el interior diestro. Pero por el otro lado, Gay apostó por una pieza postiza, Abel Aguilar, que en ningún casopuede dar de sí como interior lo que Eliseu o Arizmendi otorgan al fútbol de ida y vuelta pegados a la cal. En este caso, el doble regreso del portugués y el madrileño sugiere una mejoría en el rendimiento global del equipo respecto de las carencias que se apreciaron en varias facetas tácticas el otro día en el campo del Dépor.

Así, Lafita volverá al banquillo, mitad por el regreso de los titulares, mitad porque su estado físico no es el mejor. La gran novedad es que, para habilitar el puesto al otro extremo titular, no será Aguilar el que salga del equipo sino Ander Herrera. El canterano acumula una serie de partidos en los que su rendimiento en la línea medular no solo no es el deseado sino que, incluso, dibuja una preocupante línea descendente en solvencia y continuidad. Últimamente es habitual observar al técnico llamando al vasco a la banda para darle instrucciones varias veces durante el juego y, al final, acabar sustituyéndole prematuramente. Con Herrera en el banquillo, la labor de media punta o enganche la llevará a cabo el colombiano Aguilar, en busca de encontrar la sintonía mediante la que obtuvo cuatro goles consecutivos en la primera vuelta cuando Marcelino lo ubicó tras el ariete.

La plantilla del Real Zaragoza ha llegado al último mes de competición con el gancho en la barbilla, justísima de fuerzas y recursos futbolísticos. Cada partido deja secuelas, cada principio de semana es una aventura para Gay, Nayim y Cabellud que no se sabe cómo va a acabar cuando llegue el siguiente partido. Ayer, en el primero de los dos entrenamientos que únicamente va a poder llevar a cabo el equipo antes de enfrentarse al Espanyol mañana por la noche en La Romareda, los efectivos en estado óptimo estaban contados. Hoy, la lista de convocados le saldrá sola al técnico. Ya no queda espacio para experimentos y lo único que queda por hacer es acabar el año de la mejor manera posible con las piezas útiles que hay. Y rezar para que Roberto, Contini, Jarosik, Edmilson y el resto de los fijos no tengan ningún contratiempo.