CAI ZARAGOZA

Tócala otra vez Sam

Un CAI mermado por las bajas quiere repetir la gesta del Palau ante el campeón de Copa. El Príncipe Felipe rozará el lleno y aspira a vivir otro duelo histórico

Darren Phillip se abraza a Sam Van Rossom tras lograr la canasta del triunfo en el Palau.
Tócala otra vez Sam
ACB PHOTO

El belga Sam Van Rossom ya sabe cómo entonar la melodía del triunfo sobre el Regal Barcelona, puesto que la interpretó el pasado mes de octubre en el Palau Blaugrana otorgando al CAI, con una canasta sobre la bocina, un triunfo histórico. La partitura ha cambiado, hay menos instrumentos por aquello de las bajas por lesión y el escenario es distinto, pero la orquesta rojilla vuelve a afrontar un concierto de auténtico nivel ante un patio de butacas casi lleno hasta la bandera y que espera otra actuación para recordar. Sus seguidores, los del conjunto aragonés, tienen un deseo en su mente que al más puro estilo cinematográfico en referencia a la mítica Casablanca se resume en una frase: «Tócala otra vez Sam».


Repetir esa hazaña parece casi imposible. Las razones son varias: las ausencias de Cabezas y Miso, el hecho de enfrentarse al mejor equipo de Europa que acaba de ganar la Copa del Rey, el ánimo de venganza del Barcelona tras ser vencido por los zaragozanos en su cancha... Todo apunta a un triunfo visitante, eso es indudable. Pero si la flauta sonó una vez, por qué no va a hacerlo de nuevo.


Para empezar, las diferencias entre ambas plantillas son abismales. Xavi Pascual dispone de doce hombres de primer nivel. Prácticamente todos serían titulares en el CAI y eso le permite repartir los minutos, dosificar los esfuerzos y llegar al final con la frescura suficiente como para aniquilar a su oponente. El simple repaso al quinteto inicial de los catalanes pone los pelos de punta. Ricky Rubio, Juan Carlos Navarro, Alan Anderson (MVP de la Copa), Erazem Lorbek y el 'cinco' que quieran -Perovic, Fran Vázquez o Ndong- asustan de partida y destrozan a quien se pone por delante. De hecho, desde el pasado 16 de diciembre acumulan 17 triunfos de manera consecutiva. Increíble.


Pero ni eso ni la amplitud del banquillo azulgrana, con jugadores de la talla de Sada, Lakovic, Ingles, Morris o Grimau, resta ilusión al CAI Zaragoza. Su técnico José Luis Abós cree en sus posibilidades y esta semana ha afirmado que el Barça «no es imbatible». No lo es, pero para derrotarle hace falta rozar la perfección y que los de Pascual no tengan su día, al estilo del encuentro del Palau.


El entrenador local tiene claro que sus opciones pasan por jugar y trabajar «como equipo». Un pabellón con más de 10.000 espectadores, que portarán bufandas de papel rojas (maldita la gracia el cambio de uniforme) empujará lo suyo y ayudará a sus hombres, pero eso no es suficiente. El CAI necesita de la buena dirección de Van Rossom, de los buenos minutos de refresco que le pueda dar Joan Riera, del acierto y el aguante físico de Quinteros, Barlow y Toppert, y del máximo poderío interior que puedan aportar Hettsheimeir, Chubb, Aguilar y Phillip ante las inmensas torres 'culés'. Y, además de todo eso, la defensa deberá ser agresiva, lo que unido a las posibles sorpresas tácticas que ha preparado Abós a puerta cerrada puede dar mínimas opciones de victoria (sí, mínimas) a los aragoneses.


Que suene la música. El espectáculo está garantizado tanto por los artistas que habrá sobre el parquet como por el ambiente que se respirará en el pabellón zaragozano. Lo único que resta es que el CAI sea capaz de interpretar esa música victoriosa. Sea, de nuevo, Sam o cualquiera de sus compañeros. Un casi imposible como el del Palau que se traduciría en otro sueño.