PREGUNTA.- ¿Cómo están siendo sus primeras semanas en España?

RESPUESTA.- Mucho mejor de lo que pensaba. Estoy adaptándome a muchas nuevas situaciones y lo hago con la máxima ilusión.

P.- Es su primera aventura en el extranjero, lejos de Estados Unidos.

R.- Exactamente. Es un cambio que no resulta fácil, en todos los sentidos, tanto en lo personal como en lo deportivo. Pero pondré todo de mi cuenta para que Zaragoza se convierta en una segunda casa.

P.- ¿Le están ayudando los compañeros?

R.- Muchísimo. Se preocupan por mí y sé que puedo contar con ellos. El factor humano es muy importante para que un equipo funcione.

P.- ¿Cómo lleva el español?

R.- Peor de lo que debería, pero estoy decidido a hablarlo bien cuanto antes.

P.- Usted nació y se crió en Florida, un estado muy latino.

R.- En el área de Miami hay muchos hispano-hablantes y yo he crecido con ellos. Pero el problema es que en España la gente habla rapidísimo, de forma demasiado fluida para mis conocimientos. Tengo que hacer muchos esfuerzos para comprender.

P.- ¿Asiste a clases?

R.- Todavía no. El club pondrá a mi disposición un profesor. Me he propuesto un objetivo: hablar correctamente antes de que acabe el año. Quiero integrarme.

P.- ¿En el plano deportivo ha sido muy brusco el cambio?

R.- Cada vez me siento más importante y seguro. El pasado fin de semana fue fantástico para todos. La Supercopa nos reafirmó en que tenemos un gran equipo. Lo corrijo, demostramos que somos un gran equipo porque jugamos de forma solidaria. Vencimos al DKV Joventut y perdimos la final por un solo punto. Lo primordial es que les dijimos al resto de clubes que estamos en la ACB para quedarnos mucho tiempo y para competir con uñas y dientes. Fue una excelente tarjeta de presentación.

P.- Su discurso es el de un ganador.

R.- Por encima de todo, soy un ganador. Odio perder. Me excita competir. He ganado casi siempre, desde que era un chavalito. Vencí en un campeonato estatal en la High School y dos títulos nacionales en la universidad (NCAA). Me apasiona ganar.

P.- Pero en la presente campaña el objetivo del CAI no pasa por los títulos, sino por la permanencia en la categoría.

R.- ¿Quién ha dicho que el objetivo del CAI Zaragoza sea la permanencia? ¿Quién sabe eso? Yo no sé lo que sucederá. Mi única certeza es que somos un equipo con talento y que se dejará el alma en cada partido.

P.- Demostraron esa competitividad ante el TAU, el vigente campeón de la ACB.

R.- Por supuesto. Es evidente que en la ACB nos enfrentaremos a equipos extraordinarios. Se trataba de un partido de pretemporada pero transmitimos excelentes sensaciones. La meta es lograr una victoria en el próximo partido, y así hasta el final de la campaña. Entonces comprobaremos donde nos ha situado la competición.

P.- Está destinado a comandar el juego junto a Lucas Victoriano. ¿Qué le parece el argentino?

R.- Es un gran jugador. No lo digo porque sea mi compañero. Es elegante, tremendamente seguro y con mucha experiencia. Creo que nos complementaremos muy bien.

P.- Usted disputó únicamente 17 partidos en la NBA. ¿Espera encontrar en el CAI el camino de regreso a la mejor liga del mundo?

R.- Me encantaría, pero cada cosa a su debido tiempo. A día de hoy, tengo todos los sentidos centrados en el CAI, en ayudar en todo lo que pueda para que el equipo realice una exitosa temporada. La mejor manera de volver a la NBA es firmando un gran año en Zaragoza. Quiero convertirme en un mejor jugador, limando algunos defectos y aprendiendo del baloncesto europeo.

P.- En los Portland Trailblazers coincidió con Sergio Rodríguez.

R.- Es un base con un enorme potencial. Sé que en España es un jugador muy valorado y que fue campeón del mundo con la selección.

P.- Como usted, ha chocado con Nate McMillan.

R.- Nate McMillan es un gran entrenador. Su filosofía de trabajo es muy sencilla: si rindes en los entrenamientos, tienes minutos de juego.

P.- Su padre, Sidney Green, jugó durante una década en la NBA. ¿Ha sido su inspiración?

R.- Mi padre ha sido el principal responsable de que ame el baloncesto. Me transmitió la pasión por este deporte tan fantástico. Nos podemos pasar horas hablando de jugadas o sobre cómo mejorar.

P.- ¿Vendrá a visitarle a Zaragoza?

R.- Espero que sí. A lo largo de la temporada estoy convencido de que viajará. Por el momento, me da consejos a través del teléfono.