Antes de comenzar la Liga ACB todos en el CAI Zaragoza hubieran firmado el acabar la primera vuelta con siete victorias en su casillero. Ese es el número de triunfos que ha acumulado el equipo en el ecuador de la competición y demuestra que las cuentas de la salvación están saliendo. Y es que a los rojillos sólo les restan cinco partidos ganados para alcanzar los doce que teóricamente aseguran la permanencia. El margen que tienen es el de los 17 encuentros que les restan, de los que nueve de ellos serán en casa, al abrigo de la afición del Príncipe Felipe. Por eso, el camino del objetivo final está despejado. Eso sí, el optimismo existe en el conjunto aragonés, pero con cautela, ya que todos son conscientes de que se puede vencer en todas las canchas que se visiten, pero también se puede perder ante cualquiera.

El cuadro rojillo ha aprobado en la primera vuelta que se cerró el pasado domingo. De sus siete victorias cinco fueron en casa y dos a domicilio (Barcelona y Alicante). Esos números avalan a un equipo que aventaja en dos encuentros al penúltimo clasificado y en cuatro al colista Granada.

De esta manera, la misión del conjunto de José Luis Abós es sumar al menos cinco triunfos en la segunda vuelta, algo que aseguraría la continuidad en la elite. La faena es muy factible, puesto que el CAI disputará nueve partidos en casa. Recibe a muchos de los grandes, como el Regal Barcelona, Real Madrid o DKV Joventut, pero también pasarán por el Príncipe Felipe rivales de menor entidad, como Fuenlabrada, Menorca, Manresa o Meridiano. Esos duelos son los que se presentan vitales para alcanzar la salvación sin problemas.

De no ser así, el conjunto aragonés también podría 'pescar' en salidas como las de Granada, Estudiantes, Valladolid o Lagun Aro, sin despreciar las opciones de los rojillos ante los equipos de Euroliga, a quienes ya ha tuteado en la primera vuelta.

Tras 17 jornadas es momento de hacer balance y el director deportivo de la entidad, Willy Villar afirmaba ayer que los números del CAI hasta la fecha "son para tener la salvación, y estamos satisfechos. Lógicamente, trataremos de mejorar en la segunda vuelta y mantener las virtudes de este equipo. Las segundas vueltas son más duras porque los objetivos se van definiendo".

El responsable rojillo destacó que "lo que hemos aprendido con victorias como la de Barcelona es que hay que pelear todos los partidos. La mejor referencia a partir de ahora es la de los nueve partidos que tenemos en casa, ya que con la comunión que hay con la afición y la fe que tiene el equipo en el campo, es una ventaja más que poseemos".

A Villar no le preocupa que los rivales directos se puedan reforzar en el tramo final de la competición, puesto que entiende que "el mayor refuerzo de un equipo es intentar hacer los menos cambios posibles. El objetivo está en nuestra mano".

Como decía el responsable deportivo del CAI el objetivo está en la mano, pero no lo ve hecho todavía: "No, en absoluto. Hace dos semanas, cuando perdimos en Manresa, todo se veía desde un punto de vista negativo. Pero esto es la ACB. No hay que descartar futuros problemas y ganar siempre es difícil. Hay que estar preparados para todo y centrarnos en ir paso a paso".

El entrenador del equipo zaragozano, José Luis Abós, también entiende que "de momento, si nos ceñimos al objetivo, ahora lo lograríamos. Estamos a mitad de camino y vamos bien encaminados. Con cosas buenas y malas, pero en el CAI priman las sensaciones positivas". Por todo ello, el técnico añadió que "es más fácil que vayamos a mejor, por lo que si en pretemporada ya estaba convencido de que lograríamos la permanencia, ahora más".

Abós cree que sus pupilos "pueden ganar en cualquier sitio", aunque asume que "hay que sacar ventaja de los nueve partidos que tenemos en casa". A pesar de ello, prefiere pensar en ir "partido a partido". El zaragozano concluyó explicando que aún faltan cosas por mejorar en el equipo "pero al principio de la temporada todos hubiéramos firmado el estar actualmente con siete triunfos". Pues ya los tienen.