REAL ZARAGOZA
Sergio García espera una solución
El miércoles es el día clave para que se resuleva su caso una vez que el Real Zaragoza decidió el pasado jueves ejercer el derecho de tanteo que tenía sobre el jugador.
Los departamentos jurídicos del Real Zaragoza, Real Betis y RCD Espanyol tienen cuatro días por delante para rearmar documentalmente la situación deportiva de Sergio García y, sobre todo, el mecanismo de pagos y cobros de las cantidades que entre sí se adeudan los tres clubes a cuenta de la figura de este futbolista. El protocolo que está establecido legalmente a través de los contratos firmados en su día entre Betis, Zaragoza y García cuando el jugador fue vendido por Agapito a Lopera hace dos veranos por 8,5 millones de euros, así lo establece.
Después de la rocambolesca, sorprendente e inesperada maniobra legal ejecutada el viernes por el Real Zaragoza al llevar a efecto ese derecho de tanteo y plusvalía al que tenía opción respecto del traspaso que el Espanyol ha consumado con el Betis por Sergio García, es el club catalán el más interesado en que no haya problemas. El delantero y el club periquito tienen claro que, deportivamente, su destino es la entidad barcelonesa. Que ese fichaje no corre peligro por el hecho de que el Real Zaragoza se haya inmiscuido en su contratación. Todos los implicados saben que la iniciativa zaragocista no pretende pelear por la presencia de García en la plantilla aragonesa a partir de la semana que viene.
Por eso, en las últimas horas, el Espanyol, al estilo del Betis, ha colgado en su página web una escueta nota oficial en la que, en breves palabras, define lo que debe ocurrir de aquí al miércoles: "El Real Betis y el RCD Espanyol han alcanzado un acuerdo para el traspaso de Sergio García. Este acuerdo, sin embargo, será válido una vez que se produzca la renuncia del Real Zaragoza al derecho de tanteo que tiene sobre el futbolista catalán y que expira el próximo miércoles", dice concretamente y con toda la intención la entidad de Cornellá. En efecto, Agapito está obligado a dar el siguiente paso de esta maniobra legal para que todo siga su camino lógico y no se llegue a un conflicto que nadie espera (si el Zaragoza no renunciase, estaría obligado por derecho a quedarse con el futbolista, algo impensable cuando la voluntad del jugador no es la de venir aquí sino la de jugar en el Espanyol).
Son horas de negociaciones entre juristas y administrativos para reorganizar los plazos y el método global de pagos y cobros a tres bandas. Agapito, en definitiva, lo que ha querido es asegurarse la percepción de los 4 millones de euros que el Betis le adeuda todavía por el traspaso de García (más otra cantidad accesoria por el pase de Oliveira). Ahora, con el Espanyol invitado a este negocio por concluir, lo que en su día se pactó con el Betis tiende a modificarse al entrar en juego un tercer club.
Al Zaragoza le ha dado miedo la difícil situación societaria y financiera que atraviesa el Betis y, aprovechando la marcha de García al Espanyol, ha querido atar el dinero que debería percibir en los próximos tres años por otros cauces de mayor garantía. Al Espanyol, puesto a comprar los derechos de un futbolista, no debe generarle demasiados quebrantos pagar su importe en una dirección o en otra, siempre que haya acuerdo global con el Betis y el Zaragoza. Y en esas están los responsables de las tres SAD. En poco más de 72 horas, como límite, ha de hallarse la solución. Solución que, inexorablemente, necesita de una renuncia pública y oficial del Real Zaragoza a ejercer de facto el derecho de tanteo que anteayer presentó notarialmente.