FÚTBOL

Semana corta

El Real Zaragoza tiene un solo día para preparar el partido contra el Valencia. Una celeridad de fechas que, sin embargo, puede ayudar a los de Aguirre a esquivar el desánimo producido tras la derrota en Pamplona.

Entrenamiento del Real Zaragoza en la ciudad deportiva
Sospechosos habituales
ARÁNZAZU NAVARRO

Un clavo saca a otro clavo. Esta popular expresión, generalmente referida al terreno amoroso, es la que desea aplicar el Real Zaragoza para borrar la mala imagen ofrecida en el Reyno de Navarra. Un buen partido ante el Valencia apagaría las alarmas encendidas tras el pobre rendimiento efectuado por los de Javier Aguirre ante Osasuna y volvería a instaurar la calma que tanto se ha añorado en la entidad blanquilla.


Los martes, por norma general, suele ser el día libre de la plantilla zaragocista si se ha jugado el domingo. Una rutina que, debido a lo abultado del calendario, se ha debido de modificar para poder preparar el partido ante el conjunto che, programado para el miércoles a las 20.00.


Así, los futbolistas aragoneses están citados a las 18.00 para realizar un entrenamiento a puerta cerrada en la Ciudad Deportiva. Como es habitual, el entrenador mexicano no quiere curiosos ni cámaras a la hora de preparar la táctica con la que enfrentar la visita de uno de los considerados grandes de la Liga BBVA. Una intimidad en la que deberá solidificar una defensa que en Pamplona hizo aguas.


No en vano, con 16 tantos encajados, el cuadro zaragozano vuelve a ser el que más goles recibe de Primera División. Un incómodo honor que los del león rampante deberá tratar de desechar en sus próximas citas.


Lo cierto es que lo del Real Zaragoza y su sistema defensivo es curioso. Los números, generalmente fríos y descriptivos, pueden llevar a equívoco en este caso. Los blanquillos defienden mal, es verdad, pero solo en partidos puntuales y no como tónica general. Una realidad que se dibuja al comprobar que 13 de las dianas encajadas proceden únicamente de tres encuentros. Seis ante el Real Madrid, cuatro del Betis y las tres que marcó Osasuna durante la primera parte.


Este es un tema que preocupa profundamente a Javier Aguirre. Casi hasta la frustración. Durante la rueda de prensa previa al viaje hasta tierras navarras, el preparador azteca señalaba específicamente que el equipo no puede encajar goles en los primeros minutos. “Eso no puede suceder en un equipo que yo dirija. Me irrita mucho”, fueron sus palabras textuales. Dos frases que dejan entrever el enfado que a buen seguro experimentó cuando los pamplonicas agujerearon la portería defendida por Roberto en el minuto 18.


Para bien o para mal. El presente tiene el nombre de Valencia Club de Fútbol y se ha de dilucidar mañana. No hay tiempo para lamentos. Vista al frente y a por los tres puntos.