TOUR DE FRANCIA

Schleck, nuevo líder y Pereiro abandona con fractura de húmero

La caída del corredor gallego se produjo al tomar una curva en pleno descenso del Col de Agnel, cuando el asfalto se encontraba húmedo por la fina lluvia que caída en ese momento, y que dificultó la bajada de los corredores.

No es la primera vez, ni será la última, en la que un corredor se siente engañado por alguno de sus compañeros de escapada. Es una táctica tan vieja como el mundo del ciclismo. Es lo que le pasó a Egoi Martínez, el corredor navarro de Euskaltel, que se lamentaba de lo que le había pasado. Resulta extraño que un ciclista veterano como Egoi, 30 años, siete de ellos como profesional, se deje enternecer por uno de los muchos australianos que se está buscando la vida en el mundo del ciclismo, Simon Gerrans. "Sé que he cometido un error. Antes que ser corredor, soy persona. Nos dijo que a falta de 50 kilómetros no podía, que no iba a ser ningún problema para nosotros, que no nos preocupásemos".


¡Vaya si se los dio! Ganó en la cima de Pratonevoso, donde Frank Schleck se vestía de amarillo después de una brutal ofensiva del CSC, que cuando pone a sus huestes a trabajar dejan la carrera molida. La veteranía que dan siete años de profesional, el haber ganado una etapa de Vuelta a España y ser protagonista en el Tour, no le sirvió de nada a un Egoi que estaba totalmente hundido. No es el único corredor que ha perdido de esa forma una etapa en el Tour.


Ángel José Serrapio (Teka) le ventiló una de la misma manera a Jean Claude Bagot (Fagor) en Futuroscope, cuando se estaba construyendo ese parque temático.


Gerrans, que llegó al ciclismo a los 17 años, procedente del motociclismo, debido a una lesión de rodilla que tuvo por una caída, engañó a sus dos compañeros de fuga. Egoi sabía que podía con Pate, pero albergaba dudas sobre Gerrans.


Pocas dudas


José Luis Arrieta, Simon Gerrans, Danny Pate y Egoi Martínez, que se quedó al iniciarse Pratonevoso, se escaparon en el kilómetro doce de la etapa y llegaron a tener 13:40 de ventaja. Nadie se preocupó de ellos. Los favoritos para poder ganar este Tour subieron en grupo el Agnello y comenzaron de la misma forma Pratonevoso. No vamos ver muchas hazañas en este Tour. CSC puso a Cancellara, sobre todo, y Voigt, a trabajar. Es como un rodillo que va soltando lastre por la carretera y axfisiando a los que intentan seguirles. Carlos Sastre se movió en dos ocasiones. No suele hacer muchos esfuerzos gratuitos el corredor de El Barraco.


En su primer intento, Menchov le siguió y se llevó a rueda a Cadel Evans, Frank y Andy Schleck, Kreuziger, Vandevelde, Kohl, Samuel Sánchez, Valverde y Cadel Evans. Era una forma de correr que no causaba grandes destrozos. Menchov también atacó. Lo hizo para caerse. Se resbaló con una de las pintadas que había en la carretera. Faltaban tres kilómetros para la meta. Se quedó pensativo el grupo de favoritos.


Evans no mostraba ninguna debilidad. No al menos de forma aparente. Pero primero el austriaco Bernhard Kohl y de nuevo Sastre le hicieron perder el maillot amarillo. Alejandro Valverde estuvo con ellos. No acabó siendo un hundimiento espectacular, al menos físicamente y en cuanto a tiempo cedido, si se mira los segundos que perdió, 47, pero Evans lo pasó mal. En Jausiers y Alpe D´Huez testaremos si lo de Pratonevoso es el inicio de algo más serio.


Si en el ciclismo de hace unos años tres días de alta montaña al máximo nivel no los aguantaba nadie, no parece que en los tiempos que corren alguien lo pueda conseguir. La lógica nos dice que un día malo, o menos bueno, lo van a tener todos. El que mejor lo pase saldrá reforzado de los Alpes, donde nadie ha ganado este Tour, a la espera de dos días que se anuncian terribles.


Grave lesión de Pereiro


Quien no tendrá más oportunidades en esta carrera es Óscar Pereiro, que sufrió una espectacular caída en el kilómetro 80 de la etapa, al precipitarse por un barranco de cinco metros. En un principio se quedó rígido en la carretera. Parecía algo grave. Todo se quedó en una fractura de húmero. Caisse d'Epargne y Alejandro Valverde pierde un corredor importante, pero al menos todo fue un susto, en unas carreteras que nos trajeron muchas caídas, con un suelo resbaladizo y peligroso. El estreno de los Alpes no ha sido nada rebuscado.


Después de una primera exploración, los médicos decidieron trasladar al gallego a un hospital de Turín para ver la gravedad de la herida. Al parecer el húmero izquierdo quedó partido en dos, con una parte del hueso mirando hacia cada lado. Pereiro sufrió un desplazamiento de 90 grados y tendrá que ser operado de inmediato en la capital piamontesa, en Milán o en la localidad francesa de Grenoble, donde se halla un hospital especializado en este tipo de lesiones y al que suelen acudir muchos esquiadores.