EUROBASKET

Scariolo, impertérrito

El técnico italiano confía en mejorar la imagen mostrada durante la segunda fase del torneo

El seleccionador español fue el centro de atención para los medios.
Scariolo, impertérrito
efe

Sergio Scariolo se mantiene impertérrito. El sufrimiento acumulado por España en el arranque del Eurobasket no le cambia el tono del discurso ni la compostura. Sabía dónde se metía y entiende hasta lógico el camino tortuoso recorrido por la 'roja' en Varsovia. Tras adecuar su balance a un compendio de circunstancias, la salud ocupa buena parte de sus opiniones y suspira al poder contar con dos días sin partido. "Con nueve de doce jugadores sin poder entrenar, hay que sacar más provecho a la faceta del descanso. En el parte médico de nueve jugadores ponía reposo y terapia. En estas condiciones, esto es tan importante como el entreno", comenta el seleccionador.

 

De menos a más. Así es el recorrido de la 'eñemanía' en Polonia, adonde vino a por un oro que se está encareciendo. Pero ir a mejor es un dato que el técnico de Brescia maneja. "Vi el partido de Gran Bretaña mejor que el de Serbia y el de Eslovenia mejor que el de Gran Bretaña. Todo viene de la condición física y del acoplamiento a una nueva estructura de equipo. Ha coincidido un momento malo a nivel físico con los tres partidos seguidos. Ahora esperamos que haya un momento físico mejor coincidiendo con un calendario más pausado que nos permita preparar más los partidos y las rotaciones, porque hasta ahora hemos actuado en base a cuántos minutos como máximo podía estar un jugador en cancha", asevera. Todo ello no le ha pasado factura mental a su plantilla. El grupo cerró filas tras el fiasco ante Serbia y bloqueó su núcleo duro de contaminaciones exteriores. "Mentalmente, el equipo demuestra conexión y que cree en el trabajo que está haciendo. Eso nos ha ayudado a saber vivir los días complicados. Es una baza para saber que la cosa va para arriba", apunta.

 

En cuanto al juego, más allá de exquisiteces, por encima de orlas, ha llamado la atención la coincidencia de los bajones de rendimiento en las procelosas aguas de los últimos cuartos. "Espero que nos recuperemos de los bajones que hemos tenido en los últimos cuartos. Un pequeño bache es normal. Que el rival te meta un 6-0 le puede pasar a todos los equipos. Lo que hay que evitar es que se convierta un 12-0 en un 14-2. Eso tiene que ver en las condiciones que llegamos y en un control superior necesario a nivel de juego en los momentos complicados. Es de destacar que cuando se han dado esos bajones hemos reaccionado con tranquilidad, con cosas sencillas y eficaces y una subida de tono defensivo". Scariolo ya ha forjado su particular moraleja con todo lo vivido: "La herencia es que hemos sabido juntarnos, yendo de menos a más y salir adelante. Los aspectos a mejorar, unos dependen de nosotros y otros de la evolución de las lesiones. Es buena esa sensación de saber afrontar los momentos complicados".

 

En el plano individual se detiene unos instantes más en Pau Gasol y Navarro, su guardia pretoriana. "A Pau le mermó mucho el golpe que sufrió en el pie en la segunda parte ante Eslovenia. Lo de la mano, va bien. Su condición física no, pero es normal que carezca de un ritmo de competición que suple con casta y calidad y una dedicación y compromiso enormes. Hay algo positivo y es que le hemos dado muchos minutos antes de lo programado. Pero debemos ser claros y reconocer que nuestro juego interior no puede ser el mismo con o sin Pau Gasol. Y lo mismo ocurre con la baja de Jorge Garbajosa. Navarro jugó ante Eslovenia un gran partido y contra Gran Bretaña metió una canasta de una importancia decisiva. Hasta la rueda del partido contra Serbia no sabíamos si podría jugar. Es otra muestra de gran compromiso", reconoce el técnico.

 

Ya en Lodz, para la selección lo pasado ya no importa. Ahora, la vista está puesta en lo que tiene que venir. "Lo único que nos interesa es pensar en Turquía. De cara a la clasificación, los dos primeros del grupo tendrán un día de recuperación y eso nos vendría muy bien. No tanto por la identidad de los posibles rivales como por no estar obligados a jugar cinco partidos seguidos", sentencia.