SD HUESCA

Sastre cree que ha acertado con su regreso al Huesca

El balear agradece la franqueza de Marcelino, de quien admira "lo directo que es y el que no se case con nadie".

Lluís Sastre cumple una semana desde su retorno al Huesca. El genial futbolista balear no se resignaba a un papel secundario en el Zaragoza de Marcelino y por eso fue el primer defensor de su regreso ante el técnico del equipo blanquillo. Una lesión le impidió exponer todo su fútbol en la primera fase de la pretemporada, aunque solo con los destellos dejó claro que podía haber acabado siendo uno más. Seguramente por ello el Zaragoza se ha apresurado a establecer una opción de compra muy barata.


Sastre ya piensa solo en azulgrana, en los tres años de contrato que ha firmado y, fundamentalmente, en la campaña que comienza en apenas dos semanas. Por eso no oculta que se siente "feliz y con ganas de coger la forma lo antes posible".


La experiencia con el Zaragoza ha sido un tanto peculiar por el hecho de haber estado lesionado tantos días. Para los malpensados, parecería que ha querido exhibirse a medias para no ver truncado su deseo de volver al Huesca. La realidad desmiente esta teoría, pero no que estar en el dique seco haya jugado a su favor de sus intereses. "Es cierto que ha sido algo extraña por el hecho de estar lesionado, pero igualmente me ha servido para aprender mucho e incluso por lo que pudiera ocurrir en un futuro".


Que su fútbol era del agrado de Marcelino admite poca discusión. El propio técnico astur lo ha reconocido en su círculo más estrecho de colaboradores. Pero también parece evidente que el camino se presentaba espinoso con jugadores de nombre y recorrido (Zapater, Luccin, Gabi, Generelo, Hidalgo…) como los que el Zaragoza aún conserva en su nómina. "Marcelino me decía las cosas muy claras. Me ha agradado mucho trabajar con él porque es un gran entrenador, pero mi situación no iba a ser sencilla y por eso prefería regresar al Huesca".


El talante conversador del entrenador blanquillo hizo el proceso más llano y llevadero. "Ante la posibilidad de ser el cuarto o el quinto centrocampista, un día hablamos y nos dijimos las cosas con claridad. Lo mejor para ambas partes era buscar una salida, así que por mi parte contento, y por el Zaragoza, pues no lo sé la verdad".


Sastre, no obstante, se veía con fútbol suficiente como para dejarse notar y no ser una comparsa en la pizarra. Sus competidores "partían con ventaja por el tema de la experiencia, pero la Liga es muy larga y nunca se sabe. Además, lo bueno que tiene este entrenador es que no se casa con nadie y juega el que se lo merece. Zapater no jugaría por ser Zapater ni Luccin por ser Luccin", señala el balear.