A su llegada al Real Zaragoza, Manolo Jiménez se mostró muy preocupado por el sistema defensivo del equipo. El técnico de Arahal no vaciló a la hora de pedir públicamente algunos refuerzos, todos ellos destinados a fortalecer a un conjunto incapaz de ganar que, además, ostenta el deshonor de ser el más goleado de Primera División. Una prioridad que, de ninguna manera, se vio satisfecha con la adquisición de Aranda, primer refuerzo adquirido por la entidad aragonesa en el mercado invernal.

Tomislav Dujmovic viene para responder a las peticiones iniciales del entrenador zaragocista. Con la marcha de Leo Ponzio, el centro del campo aragonés perdió a su último hombre de referencia. La marcha de un símbolo que, además, gozaba del estatus de indiscutible en la recuperación de balones. Una merma que, en parte, el croata deberá ayudar a paliar.

Aunque las carencias van más allá que el simple arte del robo del balón. En sus dos partidos al frente del conjunto zaragozano, Jiménez no ha repetido piezas en la sala de máquinas. En Santander, los blanquillos salieron con un doble pivote formado por Antonio Tomás y Meira. Para su debut en La Romareda, el hispalense quiso repetir con el cántabro pero, tras su lesión en el calentamiento, debió improvisar con una pareja formada por Zuculini y Pintér. Junto a ellos, y dando ayuda en la salida de balón, el técnico colocó a Micael, ligeramente escorado hacia la izquierda, probando de esta manera a todos los hombres disponibles para dicha demarcación.

Ahora, Dujmovic deberá integrarse en esta dinámica. Según se presentó, el futbolista cedido por el Dinamo de Moscú es un jugador de corte defensivo aunque con buen trato de balón. Un punto intermedio que podría echar una mano a la hora de desatascar el juego aportando cierto criterio. Ese que, en ocasiones, ha brillado por su ausencia durante los últimos encuentros.

Apoño el deseado

Sin embargo, la intención del club es que el croata no sea el único en reforzar la sala de máquinas zaragocista. Los aragoneses ya han hecho llegar al Málaga una oferta para lograr la cesión de Apoño. El centrocampista, que no cuenta para Manuel Pellegrini, ve con buenos ojos la opción de terminar el curso en Zaragoza aunque desde la entidad de la Costa del Sol preferirían su marcha en forma de traspaso.

Jiménez, por su parte, se mostró totalmente favorable a esta operación. Según argumentó al ser preguntado por ella, el míster sevillano ya trató firmar al malagueño cuando éste militaba en las filas del Marbella. Intentona que volvió a repetir sin éxito cuando accedió al banquillo del primer equipo del Sevilla. De concretarse esta opción, el cuadro aragonés podría contar con un dúo inédito para dirigir el destino del equipo durante la segunda vuelta.