Durante el partido disputado esta tarde, Roddick ha subido su nivel para desmontar a un Murray favorito entre la afición. El de Nebraska ha rayado a gran altura con su servicio, en la dinámica habitual, pero además ha ofrecido una consistencia inhabitual desde el fondo de pista y una derecha 'aguda' que ha molestado a Murray pese a su capacidad de recuperación.

Murray, que perseguía un hito histórico, ya que desde 1938 un británico no juega la final de Wimbledon, se ha visto sorprendido cuando sacaba para igualar a cinco en la primera manga, que ha caído del lado del estadounidense.

El británico se ha recuperado de inmediato e igualó el partido de nuevo por 6-4. Ha podido aprovechar su momento, porque en el primer juego del tercer set ha dispuesto tres pelotas de 'break', pero el campeón del US Open en 2003 se ha resistido y ha enderezado el partido.

Roddick ha ganado con mayor aplomo sus servicios y ambos han encaminado el partido a un 'tie-break' dramático, que ha tenido mucho que decir en posterior devenir del encuentro. Ambos tenistas han cuajado un juego de desempate espectacular.

Murray ha tenido su 'set-ball', pero no lo ha sabido aprovechar. Por el contrario, Roddick sí lo ha hecho cuando se le ha presentado la segunad ocasión, ha sido agresivo y ha subido a la red. 

Asimismo, durante el cuarto set, Murray se ha aferrado al encuentro aunque era Roddick quien ha dominado desde el fondo con una derecha muy afilada. El de Dunblane ha cotnado, incluso, con pelota de rotura en el séptimo juego, pero ha salido disparada y ambos tenistas han vuelto a citarse en la muerte súbita.

Durante la misma, Roddick ha ofrecido de nuevo mayor determinación y se ha apuntado el triunfo con 7-5 para disputar el domingo su tercera final en Wimbledon, ante el mismo rival Roger Federer, pero soñando con otra suerte, ya que durante las mismas, el suizo cedió ante el de Basilea.