Ripa pierde el pulso con Camacho

Adrián Ripa fichó por el Huesca en el último instante. A cinco minutos de que expirase el plazo de incorporaciones del mercado estival. Después de un año cedido al equipo azulgrana en Segunda B, el Zaragoza lo repescó y le hizo sentirse partícipe del proyecto de Marcelino. Para después sacudírselo de encima de malas maneras y facturarlo de nuevo hacia la capital oscense.

En un primer momento, el club azulgrana dudó sobre su contratación. Se abrieron gestiones con otros clubes, como el Girona, para intentar colocar al futbolista, que también pertenece a la empresa Bahía. Calderón ya tenía recambios en mente y el jugador aragonés, que tan buen rendimiento había dado la campaña anterior, ya no era una prioridad.

Ahora Ripa es suplente de Camacho, un todoterreno que a base de pundonor y clase se ha adaptado muy bien al lateral izquierdo. Con tanto celo se agarra a su nueva demarcación que Ripa se ha quedado fuera de la convocatoria las dos últimas jornadas.

"Estoy pasando una mala racha. Entreno bien y espero la oportunidad para que cuando llegue, hacerlo lo mejor posible", reconocía ayer el defensa del Huesca, que se vio muy perjudicado por el descarte del Zaragoza a última hora, cuando solo unos días antes se le había pedido que eligiera dorsal.

"La cesión a última hora me complicó las cosas. Quizá si hubiera estado desde el principio con los compañeros, podría haber demostrado más al míster. Pero ya es agua pasada", confiesa Adrián Ripa.

Quedan 35 jornadas por delante de un año duro, en el que antes o después, las lesiones y las tarjetas tendrán un impacto mayor que el actual. "La temporada es muy larga, pero cuando un jugador está tres o cuatro semanas sin jugar empiezan a surgir las dudas, te enfadas un poco, pero es normal porque todos queremos jugar".

Sobre su ausencia en Alicante, Ripa manifestó que "este partido el míster necesitaba gente de arriba para recambio y lo entendí", aunque admitió que no ir convocado es algo que "no esperaba. Llevaba mucho tiempo sin quedarme fuera de una lista. Esto me sirve para tener los pies en el suelo y saber que si no se trabaja siempre a tope, con la competencia que hay, no se puede jugar".

Un desasosiego que contrasta con la bonanza del equipo. Quintos en la clasificación de Segunda División después de siete jornadas. Dos meses sin perder en la Liga. Invictos junto a Hércules y Rayo. Con tantos argumentos positivos, la vuelta al trabajo del Huesca después del incontestable triunfo en Alicante (1-3) solo podía ser en un clima de armonía. Tras la brillante victoria del sábado, que ha situado a los azulgrana a un paso de los puestos de ascenso, el equipo disfrutó de dos días de descanso. El retorno a la actividad se produjo en el campo de hierba artificial de la Universidad (en la antigua Residencia), en una mañana soleada que atrajo la atención de numerosos aficionados.