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Reynaldo Benito salva una moción de censura

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El presidente del CAI, Reynaldo Benito, posa en las oficinas del club.
Reynaldo Benito salva una moción de censura
ARáNZAZU NAVARRO


Zaragoza. La calma deportiva que vive el CAI Zaragoza, con el equipo asentado en la elite tras su décima plaza de la campaña pasada, no se ve reflejada, ni mucho menos, en la directiva del club. De hecho, este verano, o mejor dicho el arranque del periodo estival, fue bastante movido en el seno del Consejo de Administración rojillo. Tal es el grado de descontento de muchos de los consejeros del club que en fechas recientes llegaron a plantear la sustitución de Reynaldo Benito en la Presidencia. Esa casi espontánea moción de censura surgida en un encuentro de los mandatarios aragoneses no llegó a fructificar puesto que esa mayoría de directivos contraria a la gestión de Benito no logró encontrar un sustituto de garantías para ese importante puesto. Tampoco hubo ningún consejero de los actuales que quisiera asumir ese rol. Reynaldo, una vez salvada esa primera bola de partido, salió reforzado en su puesto y tomó rápidamente la decisión de renovar por dos temporadas a su director deportivo Willy Villar aludiendo que estaba recibiendo ofertas de otros clubes.

Varias son las razones que llevaron a la mayoría del Consejo a plantearse un cambio de presidente, pero la gota que colmó el vaso parece ser la constatación de que el supuesto patrocinador que iba a hacer frente al fichaje de Carlos Cabezas la pasada campaña nunca ha llegado a encontrarse, por lo que esa partida próxima a los 300.000 euros se sale del presupuesto pasado, con lo que eso supone para las arcas rojillas. Ese patrocinador fue el argumento que permitió la aprobación del fichaje por parte del Consejo. Sin embargo, Cabezas llegó (y se queda en el equipo con un sueldo algo inferior), pero la financiación se quedó en papel mojado.

Esa situación económica y la falta de química de Reynaldo Benito con algunos de esos consejeros, tanto en el seno de Basket Zaragoza 2002 como en asuntos empresariales particulares, precipitaron la voluntad de esos dirigentes de sustituirle tanto a él como al gerente del club Pedro Enériz, con quien tampoco parecen tener demasiado 'feeling'. Sin embargo, esa doble gestión no llegó a culminar, a pesar de que los respaldos de Benito en el Consejo son actualmente escasos.

La búsqueda de un nuevo presidente para el CAI Zaragoza se llevó a cabo fuera de la entidad, ya que ningún consejero parece dispuesto a asumir esa responsabilidad. Y de las personas 'tanteadas' para ocupar ese puesto, en su mayoría empresarios bien relacionados pero distantes del mundo del baloncesto, ninguno quiso aceptar ese cargo representativo por el que no se recibe remuneración alguna.

Sin un candidato a presidente, la 'oposición' a Benito tuvo que dar marcha atrás y resignarse a la continuidad del máximo mandatario rojillo. Se trata de la segunda ocasión en la que Reynaldo se ve más debilitado en su puesto. La primera fue tras el descenso de categoría hace tres temporadas. Entonces salieron del club el entrenador y el director general, mientras que el único que mantuvo el puesto fue el presidente. Pero por aquel entonces el Consejo respaldaba más que ahora a un Benito que sale reforzado de este turbulento verano.

Ahora, con lupa

De hecho, una vez salvada esa moción de censura, el mandatario zaragozano se vio con el poder suficiente como para renovar casi unilateralmente y con carácter inminente al director deportivo Willy Villar por dos años. Las razones expuestas en el Consejo fueron supuestas ofertas que tenía el responsable deportivo canario de otros clubes, aunque su renovación no ha sido al alza.

Eso sí, todos estos acontecimientos no facilitarán la labor a realizar por Benito a partir de ahora, puesto que todo hace indicar que sus 'compañeros' de Consejo vigilarán con lupa los movimientos del club, de su presidente y del resto de órganos ejecutivos.

Desde luego, los resultados de las últimas campañas avalan tanto al máximo dirigente como a las personas en quien ha confiado, pero eso no es suficiente para unos consejeros y accionistas a quienes no les gusta el rumbo que ha tomado el proyecto, especialmente en el apartado económico.

Reynaldo sigue en su puesto, aunque esta vez parece que es por la ausencia de un recambio, ya que los apoyos que tiene son cada vez menores. Incluso quienes lo pusieron allí dudan actualmente de su labor. Futuro incierto e inestabilidad en el seno de un club cuyo equipo, por el contrario, parece cada vez más estable. Inquietante paradoja.