VALENCIA CF

Punto y seguido

La salida de Silva y Villa han marcado el verano para el conjunto ché, que, sin embargo, se ha reforzado para intentar mantener su condición de tercera espada de la Liga.

Roberto Soldado
Valencia CF
EFE

Las estrecheces económicas son un mal generalizado dentro del fútbol español de las que no escapa casi ningún club. Una de las cabezas de esta precaria situación económica es el conjunto ché, que se ha tenido que desprender de tres de sus campeones del Mundo por razones puramente monetarias. David Villa, David Silva y Carlos Marchena han abandonado la entidad pese al buen papel realizado por el Valencia la pasada temporada, en la que lograron su retorno a la Champions League.


“Si mi salida ayuda para poner un ladrillo en el Nuevo Mestalla, habrá merecido la pena”, afirmó el central en su despedida. Un fiel reflejo de la realidad que vive el equipo fuera del terreno de juego, con una deuda que ronda los 500 millones de euros y un estadio en permanente construcción.


Unai Emery continúa al frente del proyecto, que ha buceado en la emergente liga francesa para reforzar la plantilla. Tino Costa, Ricardo Costa y Feghouli proceden de la competición vecina y llegan con la difícil misión de hacer olvidar a las que hasta ahora eran las estrellas locales. Junto a ellos, los reputados Aritz Aduriz y Roberto Soldado tendrán la misión de asumir la producción goleadora que años atrás aseguraba David Villa.


La directiva valencianista ha conseguido, sin embargo, detener un previsible éxodo masivo reteniendo a jugadores como Juan Mata o Ever Banega, que para este curso adquieren el estatus de fundamentales. El delantero, al que muchos rumores colocaban en otros clubes, asume así el diez que porta en su camiseta y asciende a ser el principal estandarte de un equipo de Liga de Campeones.


Alternativa al duopolio

Aunque la duda real es conocer si el equipo valencianista, en su nueva versión, podrá convertirse en una alternativa real a los dos grandes que en estos momentos acaparan la competición. Con el aplastante dominio de Barcelona y Madrid, la Liga ha visto como su prestigio internacional se ha visto seriamente afectado y ahora es la Premier inglesa la que acapara la atención en otros países.


El Valencia, otrora abanderado de los clubes emergentes, aquellos que amenazaban a la jerarquía establecida, parece ahora destinado a contentarse con pugnar por la tercera plaza, una dura y voraz lucha que da acceso directo a la máxima competición continental, purga económica y de prestigio.