FC BARCELONA

Proyecto dinástico

El conjunto de Guardiola intenta perpetuar su superioridad con un proyecto que cuenta con ocho campeones del Mundo y una fe inquebrantable en la cantera.

Leo Messi.
FC Barcelona
EFE

En el deporte profesional, flores de un día existen muchas. Conjuntos que hacen una o dos temporadas buenas y que, posteriormente, se diluyen hasta el fiasco. No es que no sea difícil llegar a la cumbre, que lo es, pero sí que resulta mucho más complicado permanecer en ella hasta el punto de marcar una era. Una ambiciosa empresa en la que, ahora mismo, solo se encuentra inmerso el Barcelona dentro de las grandes ligas europeas.


No se trata solo de ganar, aunque en deporte esto lo parezca todo. Lo importante es hacerlo con estilo, marcando una impronta que permanezca eterna. Como una incontestable carta de presentación impresa en el cerebelo de cada aficionado. Algo que el conjunto catalán ya ha conseguido y que ahora debe engrandecer. Así, es fácil oír hablar de la ‘filosofía Barça’. Un libro de estilo que habla de la importancia de la cantera, que cuenta con el 4-3-3 por bandera y tiene a la promoción de talentos, especialmente en el centro del campo, como ley no escrita. Señales inequívocas que dictaminan lo que en el deporte norteamericano se conoce como una dinastía.


Para ello, el conjunto barcelonista no ha dudado en ir con todo al mercado estival, sumando uno de los jugadores más codiciados: David Villa. El delantero asturiano aterriza para potenciar un ya de por sí temible ataque, ya sea jugando en punta o cayendo a la banda izquierda, tal y como hiciera en varios partidos con la selección española en el pasado Mundial. El Guaje, que firmó antes de la cita sudafricana, demostró un perfecto acople con varios de los que van a ser sus nuevos compañeros de equipo, con los que se proclamó campeón del Mundo.


¿Cantera o chequera?

El otro gran objetivo de la entidad, Cesc Fábregas, jugador que encaja a la perfección en ese ideal que el Barcelona quiere perpetuar, jugará en el Arsenal, promoviendo la duda sobre qué refuerzos debe hacer un equipo que no quiere ir fuera sin buscar antes en casa.


Una diatriba en la que se mueve la recién estrenada directiva culé, presidida por Sandro Rosell y que tiene al histórico Andoni Zubizarreta como gestor deportivo. Tras enarbolar un discurso contrario al mandato de su predecesor en el cargo, Joan Laporta, el nuevo presidente tiene ante sí el difícil reto de realizar los cambios prometidos sin perjudicar los resultados del club, probablemente los más brillantes en la historia de la entidad.


Un escenario que traslada toda la responsabilidad a Guardiola. El técnico, que cuenta con apenas dos años de experiencia en el cargo, se ha ganado el respeto, la admiración y la credibilidad de todo seguidor, por lo que ninguna decisión va a ser tomada sin su visto bueno.