Aguirre trabaja la presión

El Camp Nou no es un campo cualquiera. Su inquilino, el Fútbol Club Barcelona, se ha erguido como tótem y paradigma de un estilo de fútbol tan definido como demoledor. Un juego en el que prima la asociación y que desgasta a todo aquel rival que visita el césped barcelonés.

Para tratar de luchar contra la maquinaria de Guardiola, Javier Aguirre ha dedicado la sesión de entrenamiento de este martes a trabajar la presión en sus dos variantes. Cómo defenderla y, más significativo, como utilizarla para robar el balón y generar ocasiones de peligro.

Así, en una sesión de gran desgaste físico, se ha podido vislumbrar a un Real Zaragoza dispuesto a intentar llevar el partido al campo azulgrana. Un planteamiento diametralmente opuesto al que se llevó a cabo en la derrota de la pasada temporada, en la que por momento el choque pareció un partido de balonmano con los aragoneses limitándose a la defensa de su área.

“Es lo que tenemos que hacer, presionarlos bien y cuando tengamos el balón tratar de que nos dure lo mayor posible y tratar de jugarlo hacia delante para hacer gol”, explicaba Barrera en la rueda de prensa posterior a la práctica.