REAL ZARAGOZA

Reajustar la defensa

Con once goles en contra, el Real Zaragoza es el equipo de Primera División que más tantos ha recibido. Aguirre dedicó parte de la sesión de recuperación en repasar los movimientos sin balón del equipo.

Javier Aguirre conoce bien al Osasuna y al Real Zaragoza porque ha entrenado a los dos
Reajustar la defensa
EFE

Tras cuatro jornadas disputadas, el Real Zaragoza es, todavía, un equipo sin una identidad definida. Después de un inicio de Liga desastroso, con el equipo sometido a merced de Real Madrid y Rayo Vallecano, los pupilos de Javier Aguirre han desarrollado una progresiva mejoría cimentada, especialmente, en la posesión de balón.


Ante el Espanyol, el cuadro blanquillo demandó el esférico desde el inicio del encuentro y consiguió demostrar que posee cierto saber hacer a la hora de administrar el partido a través del único bien común que existe en el fútbol, la pelota. Sin embargo, esta virtud se vio contrarrestada por la debilidad existente en el momento que el conjunto perico tomó el turno de palabra. Un gol encajado en un centro desde la derecha, que no tocó en ningún jugador, mostró la poca seguridad existente en la retaguardia.


Once goles en cuatro partidos es la cifra que coloca a los aragoneses como el equipo que más tantos recibe en Primera División. Por encima, incluso, de Osasuna, que llegó a encajar ocho en su choque ante el Barcelona.


Entrenamiento específico


Una preocupante situación que quiere ser corregida por Javier Aguirre antes del próximo choque ante el Málaga. Por ello, el técnico mexicano dedicó parte del entrenamiento de este viernes en repasar los movimientos que cada jugador, depende de su demarcación debe hacer sin balón.


Colocados según su posición, los futbolistas del Real Zaragoza ensayaron diferentes situaciones de partido en las que el equipo debía bascular según los hipotéticos movimientos del conjunto rival. Una manera de transformar al equipo en un solo ente que defiende unido, sin hacer aguas.

Fallos del Villamarín

La fragilidad mostrada ante el Betis ha causado preocupación en el seno zaragocista. Tres de las cuatro veces que Roberto tuvo que recoger el balón dentro de su portería llegaron precedidas por algún tipo de desbarajuste o fallo propio de un sistema por ajustar, la otra sucedió tras un penalti por mano de Da Silva que no pareció.


A pesar de que todos los tantos encajados en Sevilla tuvieron su epicentro en el perfil izquierdo, no resultaría justo culpabilizar a Abraham de la totalidad de ellos. En defensa, y probablemente con el objetivo de intentar recuperar el balón lo antes posible, Aguirre encomendó al lateral la misión de presionar a Salva Sevilla, uno de los hombres importantes en la medular bética.


Si que falló el ex del Barcelona B en el penalti que cometió para el segundo tanto verdiblanco. Aunque es cierto que la jugada comenzó tras una pérdida de Ponzio en el centro del campo que dejó desnuda a la defensa.


A pesar de que falta una sesión de entrenamiento, que se realizará a puerta cerrada, todo parece indicar que, en el próximo partido, el Zaragoza dejará los experimentos defensivos para recuperar seguridad en la parte defensiva del juego. Meira, una vez recuperado de sus molestias, apunta a titular en el centro del campo y, con un esquema más básico, buscará reajustar la defensa.